Fueron tres temporadas consecutivas en las cuales Diego Aguirre, Claudio Biaggio y Jorge Almirón pasaron sin darle al equipo azulgrana un estilo o una idea de juego que lo caracterizara. Y esa pesada herencia la recibió JAP, en quien los cuervos confían para que pueda hacerlo. Aunque para ser justos, deberán tenerle paciencia.
¿Por qué? Porque arranca de cero. Porque en su primera época demostró que tiene conocimientos para hacer. Porque para alcanzar esa meta hacen falta muchos días y muchas más horas de entretenimiento. Y porque en ese intento, Pizzi tuvo la mala suerte de tener que empezar su segundo ciclo en el Ciclón afrontando, nada más y nada menos, que una eliminatoria directa por Copa Libertadores.
En los primeros partidos, tres tan solo, San Lorenzo mostró una punta de lo que pretende Pizzi. Ese es el camino que habrá que profundizar sin desesperación y con la mente puesta en hacer una buena Superliga. Ese es el objetivo.
