viernes, abril 26, 2019

Aunque clasificó a octavos, el equipo sigue en deuda

Lamentablemente, ya no sorprende ver al DT armar mal el equipo y a los jugadores no dar dos pases seguidos para adelante. De todas formas, San Lorenzo se clasificó anoche para los octavos de final de la Copa Libertadores pese a perder por 1 a 0 con Junior, de Barranquilla, en Colombia, ya que el nuevo líder del grupo F, Palmeiras, de Brasil, venció más tarde en Perú a Melgar y con ello los paulistas y los cuervos alcanzaron el pasaje a la próxima ronda, cuando resta una fecha para finalizar esta primera fase del torneo.

Palmeiras, que recibirá a San Lorenzo el 8 de mayo, llegó a los 12 puntos tras superar a Melgar, dirigido por el argentino Jorge Pautasso, por 4 a 0. En tanto San Lorenzo, que perdió el invicto y recibió el primer tanto en contra en cinco jornadas de esta fase de grupos, permanece con 10 unidades, seguido por Melgar con 4 y Junior con 3.

Junior ya ganaba a los 13 minutos por un cabezazo hacia atrás del delantero Michael Rangel tras un centro desde la derecha que no parecía tener mayor efecto y terminó sorprendiendo a Coloccini que no cerró y al arquero Fernando Monetti.

Pero aún a pesar de que arrancaron esta quinta jornada copera uno en la punta del grupo y otro en el último puesto, en realidad San Lorenzo y Junior se parecen bastante, ya que los dos son equipos lentos, previsibles en sus movimientos, sin sorpresa y más experimentados que juveniles.

Y en ese espejo en que se miraron entre sí ambos equipos hubo un desarrollo muy pobre, en el que los locales se conformaron rápido y los visitantes nunca encontraron los caminos, como suele sucederle de continuo también en el campeonato argentino, para acercarse con alguna posibilidad hasta el arco rival.

El técnico Jorge Almirón ideó un equipo más pensando en sumar el punto que le hacía falta para clasificarse a octavos de final sin depender de nadie que en ganar el partido. Pero el objetivo de Almirón quedó destrozado por ese tanto prematuro de Rangel y prueba de ello fue que en el entretiempo corrigió absolutamente ese diseño volviendo al habitual.

Así, el equipo de Boedo pasó del 5-3-2 del arranque al 4-3-3 preferido por su técnico, con Nicolás Reniero como extremo por izquierda (casi jugando de 3 bis) y Barrios por derecha, una vez más el más destacado del equipo.

Mientras que Andrés Rentería volvió a mostrarse ineficiente en el centro del ataque y ni siquiera el penal decisivo convertido el fin de semana ante Huracán por la Copa de la Superliga pareció incentivarlo. Y para peor, en el último minuto hasta se fue expulsado.

Esa fue la imagen final de San Lorenzo, que al margen de que en ese instante todavía seguía sin haberse clasificado a octavos de final, volvió a exhibir que, por juego, está lejos de los pequeños éxitos que viene cosechando en los últimos días, como por ejemplo este pasaje a la próximo ronda que alcanzó anticipadamente anoche y la clasificación a octavo de final de la Copa de la Superliga..