viernes, julio 27, 2018

Dirigencia, DT y plantel se reparten responsabilidades

Evidentemente, San Lorenzo no llegó a este presente futbolístico urgido por presentar ante Conmebol un pedido de revisión de resultados de casualidad. Si bien la derrota ante Temuco, que no estaba en los cálculos ni del más pesimista de los cuervos, puede servir como un toque de atención para empezar a mejorar la situación, deja más al desnudo la responsabilidad que le cabe en un todo al triángulo compuesto por los dirigentes, el cuerpo técnico y los jugadores.

A los dirigentes porque en los últimos mercados de pases descapitalizaron futbolísticamente el plantel, al transferir jugadores de mayor jerarquía comparada a la de los que incorporaron y por esa razón, año a año se produjo una disminución cualitativa del equipo.

Al Pampa Biaggio porque ante la escasez de recursos, además de no haberle imprimido a su equipo un estilo de juego determinado, está haciendo una elección equivocada de los recursos que tiene a la mano, ya que sigue dándoles minutos a futbolistas que ya demostraron no tener la categoría necesaria para ponerse una camiseta tan pesada como la azulgrana.

Y a los jugadores, más allá de los sistemas tácticos eficientes o ineficientes implementados por el DT, también les cabe un cierto grado de culpabilidad debido a que no se rebelan frente a la adversidad ni aportan soluciones desde lo individual, cuando lo colectivo no funciona debidamente. En ese aspecto, se nota la ausencia de un conductor adentro de la cancha.

A todo esto, lo bueno es que todavía hay tiempo para mejorar. Eso sí, hará falta la voluntad de las tres partes para realizar una autocrítica sincera que desemboque en el cambio que San Lorenzo necesita.