martes, febrero 06, 2018

El joven que le ganó a la adversidad y forjó su destino

En diciembre Elías Pereyra firmó su primer contrato y el mes pasado jugó en un amistoso de verano ante Defensa y Justicia

El juvenil defensor Elías Pereyra aseguró que su fe en Dios le permitió sanarse de una leucemía detectada a los 13 años y que lo marginó del fútbol durante 18 meses. Con flamantes 19 años (los cumplió el 15 de enero pasado), admitió que “fue duro” enterarse de su enfermedad porque era apenas “un nene” y que el diagnóstico “fue un cambio rotundo de vida porque de entrenar todos los días tuve que ir al hospital Garraham”.

Más adelante, el juvenil recientemente ascendido a Primera por Claudio Biaggio, donde comparte vestuario con el Pipi Romagnoli, quien alguna vez fue a visitarlo al hospital, reconoció que “fue un año de tratamiento con quimioterapia, sin dudas se trataron de momentos muy difíciles”. Pese al difícil trance que atravesó, el lateral izquierdo nunca pensó que su carrera futbolística “hubiera terminado” y concentró sus fuerzas en “la recuperación” ya que los médicos siempre le dijeron que “había esperanzas” de curación.

“Haciendo las cosas bien, la enfermedad se iba a ir. Así fue que pasaron los días, los meses y me fui sintiendo mejor hasta que me dieron el alta. Soy muy creyente, Dios permitió que me sanara de la leucemia”, reconoció.

“Cuando me dieron el alta médica, recuerdo que me tocó jugar un partido en la séptima división ante Argentinos Juniors, sentí como que nunca pasó nada, que nunca me hubiese ido (de entrenar en la Ciudad Deportiva)”, rememoró el juvenil.

Aunque el tratamiento médico le prohibió jugar al fútbol, porque las sesiones de quimioterapia “te sacan tanto las células malas, como las buenas, te sacan las fuerzas y no podes hacer esfuerzos físicos”, el defensor de San Lorenzo reveló que “a veces igual me escapaba para jugar al fútbol en la calle”.