En su intención de priorizar la Copa Libertadores, San Lorenzo llegó al Gigante de Arroyito con un equipo de repuesto. Y, dentro de todo, tan mal las cosas no le salieron al entrenador Diego Aguirre, ya que con un jugador de menos durante todo el segundo tiempo, por una apresurada expulsión de Víctor Salazar, se quedó con un punto que no le viene nada mal pensando a futuro.
Mientras los dos equipos estuvieron completos, se vio un partido en el cual cada uno mostró sus intenciones originales. Los canallas buscando progresar por las bandas, con el fin de terminar las jugadas en los pies de Marco Ruben y Fernando Zampedri. Aunque ambos estuvieron bien controlados por la zaga central azulgrana, que nunca los descuidó.
A su vez, San Lorenzo intentó plantarse en la mitad de la cancha con la lucha del paraguayo Piris Da Motta como principal estandarte. Pero como fracasó en la gestación de juego de tres cuartos en adelante, Nicolás Reniero debió replegarse demasiado para entrar en juego, por lo que el arco le quedaba bastante lejos. De todas maneras, las dos jugadas más peligrosas las tuvieron los cuervos con sendos cabezazos de Marcos Senesi y del mencionado Reniero, que salieron apenas desviados.
Pero cuando en un grueso error Patricio Loustau decidió expulsar a Víctor Salazar, el partido cambió de rumbo. Con diez jugadores San Lorenzo quedó condicionado y se vio obligado a tener que cambiar de postura. De esa forma, salió a jugar la segunda mitad retrasado y privilegiando más no recibir goles que hacerlos.
San Lorenzo recién pudo respirar un poco más tranquilo cuando el uruguayo Aguirre mandó a la cancha a Rubén Botta y a Tomás Conechny (esta vez acertó en los cambios), ya que no perdían tan rápido la pelota como Alexis Castro y Gabriel Gudiño. Los dos ingresaron enchufados y al tomar contacto con el balón le permitían al Ciclón adelantarse unos metros y llevar el juego más lejos de la valla de Sebastián Torrico.
Sin cambios en la chapa, se fueron consumiendo los minutos finales sin que haya situaciones de gol. Salvo un cabezazo de Alfonso Parot bien retenido por el Cóndor Torrico. Así las cosas, San Lorenzo se volvió con un punto en el bolsillo y pensando ya en el partido de este miércoles por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Hoy por hoy su objetivo principal.
