El estadio se inauguró el 7 de mayo de 1916. En la tarde de su bautismo el equipo local venció por 2-1 a Estudiantes de La Plata con goles de Antonio Maggio y Elizardo Fernández en un partido correspondiente al campeonato oficial de la Asociación Amateur del Fútbol Argentino.
San Lorenzo formó con J. Coll; A. Coll y Del Campo; Saccardo, Monti y Urso; Etchegaray, Fernández, Moggio, Urio y Gianella. Por su parte Estudiantes alistó a Suárez; Castro y Galup Lanús; Ferreira, Aranguren y Tolosa; Capellini, Letamendi, Duarte Indart, Carulen y Lamas, autor del gol.
Enclavado en el corazón de Boedo (entre Inclán y Las Casas) y con una capacidad de 60 mil espectadores, el mítico estadio albergó innumerables páginas gloriosas.
Ahí mismo San Lorenzo goleó por 4-0 a Tigre el 31 de mayo de 1931 en la primera jornada de la era profesional y ahí mismo brillaron varios equipos que coronaron, sobremanera Los Matadores que en 1968, de la mano del brasileño Tim, se constituyeron en campeones invictos frente al Estudiantes campeón de América e Intercontinental.
Tras la clausura luego de un partido contra Boca Juniors, el 2 de diciembre del 1979, el estadio fue desmantelado y sus tablones vendidos y regalados.
Pero el grueso de los hinchas de San Lorenzo atesoró en sus corazones la esperanza de recuperar los terrenos que había comprado una cadena de supermercado francesa y en efecto, luego de años de compromiso, lucha, militancia y fe cuerva, así sucedió con la concreción de la Vuelta a Boedo mediante la ley de Reparación Histórica y el invaluable aporte de los Socios Refundadores que aportaron el dinero necesario para que los terrenos de Tierra Santa vuelvan a ser parte del patrinomio del CASLA, a la espera de ser ocupados con la construcción del estadio Papa Francisco.