El DT está rodeado de cuestionamientos y en medio de un presente nuboso. Pero la dirigencia azulgrana lo apoya porque confía en que el horizonte aclarará pronto y en que el equipo volverá a las buenas producciones.
Cuando los buenos resultados escasean y los objetivos deportivos se nublan, empiezan a surgir los rumores y las versiones que no contribuyen al clima que se vive en los clubes en esos momentos. En este caso, San Lorenzo había empezado el año conquistando la Supercopa Argentina (venció 4 a 0 a Boca) pero repentinamente cayó en una pendiente que hizo cambiar esos buenos momentos por una serie de siete partidos sin ganar, que lo depositó en el último puesto del Grupo 6 de la Copa Libertadores y en el cuarto del campeonato de Primera.
Este presente de dudas y cuestionamientos generó en Boedo un runrún acerca de que Matías Lammens y Marcelo Tinelli estaban en desacuerdo a causa del estilo de juego que Pablo Guede quiere imponer en San Lorenzo. Pero los mismos protagonistas se encargaron de echar por tierra todo ese cuchicheo.
El presidente Lammens, con el fin de tranquilizarlo y de hacerle llegar su apoyo, lo hizo reuniéndose en el vestuario con el DT inmediatamente después del empate ante Gremio. Y como el vice Tinelli, por entonces, ya se había retirado del estadio, se comunicó con él telefónicamente para hacerle llegar su banca.
Es más, Marcelo Tinelli en diálogo con La Red destacó que "respeto mucho a Guede y me encanta como trabaja". Sobre su relación con Lammens, subrayó que "Matías es como mi hermano. Estamos juntos en San Lorenzo y en la AFA" y completó afirmando que "sus decisiones, son las mías. Jamás podría pelearme con él".
Y Tinelli concluyó diciendo que "me parece una barbaridad las cosas que se dicen. Pero igualmente está bueno aclararlo". Desde que Matías Lammens y Marcelo Tinelli llegaron juntos a San Lorenzo para enderezar su destino, siempre bancaron a los técnicos contratados por ellos y esta vez no parece ser la excepción.
