lunes, enero 18, 2016

A tener paciencia: Con un nuevo DT, todo es cuestión de tiempo

El partido ante Huracán fue una buena prueba para empezar a ver que es lo que Pablo Guede quiere de la nueva versión de San Lorenzo 2016. En el balance quedaron cosas positivas, que se deberán ser profundizadas con más entrenamientos y otras negativas, que tendrán que ser corregidas de la misma manera. Por lo pronto, quedó claro que al flamante DT le gusta correr riesgos, nomás, pero para no suicidarse esos riesgos va a tener que saber apuntalarlos con certezas. De otra manera, cada partido será un padecimiento.

En defensa la derrota en el clásico de barrio dejó una enseñanza: para jugar como le gusta a Pablo Guede el equipo necesita zagueros centrales veloces y Juan Mercier no lo es. Tal vez en el esquema de Bauza, sin tanto espacio entre la última línea y Torrico como intenta jugar ahora San Lorenzo, hubiera encajado a la perfección pero ahora, no. Por lo visto la velocidad de desplazamientos de ambos marcadores centros será vital para cerrar y ocupar espacios. Por lo demás, salir jugando o abrir la cancha con los laterales no será nada nuevo para Buffarini y Mas. En la mitad del campo, para recuperar la pelota, el Pichi Mercier de cinco asoma como la mejor alternativa, sin dudas, aunque Mussis no desentonó y Ortigoza puede aportar lo suyo, también.

Saludable es la propuesta de tenencia de la pelota que pretende Pablo Guede, de querer manejarla, de no tenerle miedo y de asumir una postura determinada antes de salir a ver que hace el rival para después jugar en consecuencia de ello. Pero para imponer condiciones jugando de esa manera va a necesitar que el Pipi Romagnoli y el Pitu Barrientos se ubiquen más cerca del área contraria (que frente a Huracán) para hacer prevalecer en esa zona de la cancha sus habilidades. Además, esa línea de tres volantes ofensivos debería tener un mayor cambio de ritmo aunque en este caso, por características, el único que podría aportar eso es Blanco puesto que Ortigoza ahí tampoco podría hacerlo. No obstante, todo es cuestión de trabajarlo.

En el ataque, San Lorenzo creó ante Huracán una cantidad de situaciones de gol suficientes por tratarse de un partido de verano, pero en vez de capitalizarlas hizo figura a Marcos Díaz porque el rubro definición sigue estando en rojo como el año pasado. Esta es una muestra de que el equipo debe aprovechar al máximo las jugadas que tenga a favor para anotar goles, ya que de esa manera le dará respiro y tranquilidad a los de atrás porque si no tiene esa contundencia necesaria para llegar hasta la red del arco de enfrente cada ataque o contragolpe rival puede transformarse en un sufrimiento no deseado para los defensores tal como quedó demostrado ante el Globo.

Así las cosas, Guede y los jugadores están en pleno armado de un equipo distinto al que estábamos acostumbrados a ver. Al principio habrá que tener paciencia, por lo menos hasta que el proceso entre en un período aceptable de trabajo. Todo es cuestión de tiempo.