sábado, diciembre 20, 2014

San Lorenzo no concretó su sueño mundialista

En catorce minutos netos de juego, Real Madrid hizo suyo el Mundial de Clubes. A nueve del final del primer tiempo Sergio Ramos anotó el gol que encaminó la victoria y a los cinco del segundo Gareth Bale la aseguró. San Lorenzo, por su parte, antes y después hizo lo humanamente posible para evitar que los galácticos madridistas no se lo llevaran puesto ni lo avergonzaran con una goleada como los hinchas de los demás clubes esperaban.

El planteo puesto en práctica por el Patón Bauza fue el mismo que utilizó cuando jugó la final de este mismo certamen dirigiendo a la Liga de Quito contra el Manchester United, partido que ganaron los ingleses por 1 a 0 con gol de Wayne Rooney a doce minutos del final. Es decir que armó un bloque defensivo con una línea de cuatro en el fondo y una de cinco volantes por delante de ella, dejando arriba solamente a un delantero.

Con ese módulo San Lorenzo se aseguró maniatar a Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y James Rodríguez y por momentos a Toni Kroos y Gareth Bale, ya que ninguno de ellos pudo hacer prevalecer su jerarquía con constancia salvo en algunos pasajes del partido. Desde ese punto de vista, no hay nada que reprocharle al equipo santo.

Pero en contraposición al Ciclón le faltó, especialmente en la primera mitad, una mayor tenencia de la pelota. Igualmente parecía que el entretiempo iba a llegar con el 0 a 0 en la chapa, sin embargo en una jugada con pelota parada Sergio Ramos le ganó la posición a Mario Yepes para meter un cabezazo rumbo a la red.
En la etapa de complemento antes de que San Lorenzo pudiera forzar un cambio en el marcador, en la primera acción de riesgo recibió el segundo cachetazo mediante una definición del galés Bale aprovechando la endeble resistencia de Sebastián Torrico.

Al quedar abajo en el resultado por una mayor diferencia, Bauza mandó sucesivamente a la cancha al Pipi Romagnoli por Gonzalo Verón y a Mauro Matos por Martín Cauteruccio, aunque dejando la impresión de que la decisión de hacer los cambios fue tarde.

Con Romagnoli en la cancha y una cierta relajación de los jugadores del Real Madrid, San Lorenzo tuvo un poco más la pelota en su poder e incluso se animó a llegar hasta los dominios de Iker Casillas con algunos remates al arco que hicieron revolcar al arquero. Pero ya era tarde para revertir un resultado que se mantuvo inamovible hasta el pitazo final.