La soberbia del rico y la humildad del pobre, así se podrían analizar las declaraciones de Sergio Ramos y del Patón Bauza en cuanto a la simpatía que el Papa Francisco siente por San Lorenzo y al rol que eso podría suponer en la definición de mañana.
Mientras el defensor madridista no dudó en decir que "el Real Madrid es el equipo de Dios, de todo el mundo y por eso tenemos que seguir dando victorias a los aficionados", el Patón fue mucho más terrenal al decir que el Papa "creo que está demasiado ocupado como para ocuparse de un partido de fútbol".
El áurea de invencibilidad que rodea al Real Madrid, que suma 21 partidos sin conocer la derrota, provoca que desde la vanidad y el engreimiento sus jugadores se sientan los elegidos del Todopoderoso, obviando que los orígenes del Creador están mucho más ligados a la modestia y al recato profesados por los humildes y sencillos sueños de Bauza y sus jugadores.
