Se nota que los hinchas de San Lorenzo están dulces todavía por la conquista de la Copa Libertadores de América. Por eso, se bancan con cierta tranquilidad que el equipo que les dio la alegría más grande en la historia lleve dos derrotas consecutivas en el torneo de la AFA y lo demostraron despidiendo a los jugadores, tras la derrota con Banfield, entre aplausos y al grito de “dale campeón, dale campeón”.
Pero más allá de esa complacencia lógica, el equipo del Patón Bauza deberá cambiar lo más rápido posible del “modo copero” al “modo campeonato” antes de que sea demasiado tarde y se le complique meterse de lleno en la competición en la cual cierra las posiciones sin puntos, aunque con un partido menos jugado.
Después de ganar para San Lorenzo el título más importante en su vida, no sin tener que pasar antes por un período de estrés y ansiedad muy grande, los futbolistas necesitarán de un tiempo de readaptación para volver a enfocarse en otro objetivo.
Aunque los futbolistas y Bauza concuerdan en declaran que la relajación y el cansancio mental no existen, lo que se ve en la cancha parece ser otra cosa. De ahí que la clave pase por que entre el plantel y el cuerpo técnico puedan superar cuanto antes el bajón y así recuperar nuevamente la motivación.
Además, en materia futbolística, el DT tendrá que reordenar las piezas adentro de la cancha para sustituir a los jugadores que ya no están, como Santiago Gentiletti, Ignacio Piatti y Angel Correa, que fueron baluartes destacados en el funcionamiento de las tres líneas del equipo campeón de América.
Sin dudas, que el gran objetivo del Ciclón para este segundo semestre es el Mundial de Clubes, pero para llegar afinado a esa competición antes deberá recuperar la memoria y para eso podrá usa al torneo local como banco de pruebas.
