jueves, abril 24, 2014

San Lorenzo ganó con lo justo, pero ganó

Con gol de Correa a los siete minutos del segundo tiempo, el equipo del Patón Bauza le ganó al conjunto de Porto Alegre por 1 a 0 en el partido de ida de los octavos de final del certamen continental. De esta manera, el Ciclón afrontará la revancha del miércoles venidero con la ventaja de haber ganado, de no haber recibido goles en su arco y de que cualquier empate lo clasificará a los cuartos de final.


San Lorenzo tenía que ganar en su cancha, y lo hizo. Tal vez sin alcanzar un juego destacado, pero ganó. En gran parte del encuentro, se mostró nervioso, con falta de precisión y atado a los nervios de su hinchada. Con esos defectos a cuesta pero con la seguridad de la zaga central, el esfuerzo permanente del Pichi Mercier y algunos chispazos de de Angelito Correa igualmente pudo sacar adelante el primer chico.

Enfrente del equipo de Edgardo Bauza se plantó Gremio, un equipo ordenado en lo defensivo y que en la actual edición de la Copa todavía no había perdido, a la espera de alguna contra con la velocidad de Dudú, por la izquierda del ataque. Pero sin demasiadas luces tampoco en su estilo de juego. La primera parte tuvo un juego friccionado, al ritmo que le convenía a la visita y con la impaciencia de la gente que colmó el estadio.

En el arranque del complemento San Lorenzo pudo romper el orden defensivo visitante. Mercier se apuró en sacar un lateral para habilitar a Villalba, Tito mandó un centro pifiado que recibió Matos en el borde del área, el delantero giró para habilitar a Correa, quien ingresó al área por el callejón central y definió abajo ante la estirada de Marcelo Grohe.

Con el 1 a 0, sin embargo, San Lorenzo siguió sin encontrar su mejor juego. Los baches en los que cayó Nacho Piatti le impidieron dominar el balón. Para nivelar la mita de cancha Bauza mandó a la cancha a Kannemann en lugar del volante, para que Mas se adelantara unos metros por la izquierda. Justamente, para intentar que su equipo tuviera un mejor manejo del balón el DT hizo ingresar a Cavallaro (por Villalba) y a Elizari (por el exhausto Correa).


Si la clasificación como local ante Botafogo en la fase de grupos había sido un sufrimiento, los instantes finales fueron casi una copia, hasta con un tiro libre de Barcos desde la puerta del área chica desviado. Gremio mostró ambición ofensiva aunque poca inteligencia a la hora de buscar la igualdad y San Lorenzo, sobre el final, casi estira la diferencia con un remate de Cavallaro, que cayó en el techo del arco.

Fue un triunfo ajustado y con pocas luces. Lo más importante, tal vez, es que los de Bauza no recibieron goles en contra, aunque el festejo mesurado del final presume que la revancha en Porto Alegre será muy complicada. El sueño de la primera Copa Libertadores, el principal objetivo que se planteó la dirigencia de San Lorenzo, tendrá la próxima semana una prueba de fuego.