San Lorenzo perdió dos partidos consecutivos dejando muchas más dudas que certezas en su producción y mostrando muchos aspectos del juego por mejorar, pero llegará al partido de mañana ante Quilmes sin haber hecho una práctica de fútbol posterior a la derrota con River. Es verdad que cada DT tiene su manera de trabajar y que a la larga la misma se refleja en los resultados del equipo y hasta esta rachita negativa contra Argentinos Juniors y el Millonario a Juan Antonio Pizzi y las cosas les venían saliendo bastante bien o por lo menos las podía sustentar a fuerza de triunfos y empates.
Pero mirando desde afuera, dado que además no se pueden observar las prácticas, pareciera que el entrenador algo tendría que empezar a cambiar para sacar a su equipo del estancamiento y superar los cuestionamientos que ya recaen sobre él. Pero Pizzi sigue confiando en su método y no se aparta ni un centímetro. La dirigencia, en la voz de Matías Lammens, salió a respaldarlo viendo que por ahora los objetivos a cumplir siguen intactos, pero nadie deberá descuidarse para evitar que las posibilidades de ganar al menos una de las tres competencias en las que interviene San Lorenzo se derrumben.
Para ir mañana al sur bonaerense Juan Antonio Pizzi no dio ninguna pista de la formación del equipo. Lo único concreto es que Cristian Alvarez quedará al margen del equipo al menos durante tres semanas a causa de un desgarro y que su lugar será ocupado por Sebastián Torrico. Por lo demás nada de nada, solo especulaciones y rumores aunque seguramente la rotación de jugadores continuará como una de las variantes usadas con el técnico azulgrana.
Hay veces en las que el silencio no es buen consejero pero da la impresión que Pizzi prefiere aislarse. Ojalá sea una buena estrategia la suya y pueda volver a demostrar que está a la altura de lo que San Lorenzo necesita.
