lunes, junio 10, 2013

Memoria: el de hoy, no es un partido más

Para los hinchas de San Lorenzo que fuimos testigos presenciales de lo que sucedió en la cancha de Ferro aquel 15 de agosto de 1981, el partido de hoy no es uno más. Porque aquella espina clavada en el alma de cada uno de esos sanlorencistas esta noche podrá ser extirpada si el equipo suma los tres puntos y deja a los de La Paternal en zona de descenso. Esto no se trata de una venganza sino más bien de estricto acto de justicia. El fútbol siempre te da la posibilidad del desquite, para eso hay que tener paciencia para esperar y tener sabiduría para saber aprovecharla.

El acto de justicia no tiene que ver tanto con lo deportivo, como sí más bien con lo que sucedió en los escritorios de la AFA (con la anuencia de Julio Humberto Grondona) bajo la presión ejercida por el represor general Guillermo Suárez Mason, reconocido socio y simpatizante de Argentinos Juniors, para beneficiar a su club y perjudicar a San Lorenzo.  
Alles le ataja el penal a Delgado.
¿Qué sucedió? Pués que a pocos días de la finalización de aquel torneo Metropolitano del '81 la AFA le otorgó un punto más a la AAAJ debido a un supuesto doping del defensor Abelardo Carabelli (ex jugador de Argentinos, que defendía la casaca de la T), que databa del partido que Talleres y Argentinos habían igualado en dos goles hacía un mes atrás.
Luego de ese fallo controversial del Tribunal de Disciplina, San Lorenzo visitó a Vélez igualando sin goles (Abel Gnecco expulsó apresuradamente a Orlando Ruiz y no convalidó un gol legítimo); mientras que Argentinos le dio vuelta el resultado a Unión 2 a 1 en el segundo tiempo (después de que la barra amedrentara en el entretiempo al equipo visitante). De esa forma, para a la última fecha llegaron San Lorenzo con 28 puntos y Argentinos con 27.
Así se jugó en la cancha de Ferro una final por no perder la categoría y la misma como ya se sabe terminó con el victoria de Argentinos Juniors con el gol convertido por el Loco Salinas de penal, después de que  Mario Alles le atajara otro penal a Emilio Delgadoque significó el primer descenso de un club grande en la Argentina. Pero con dignidad, nada de romper cosas.
La hinchada de San Lorenzo se retiró de la cancha llorando, con bronca pero con un solo pensamiento: volver. "Tan solo es un año, te vamos a seguir a donde quieras ir, Ciclón...Ciclón..." Ese fue el canto, ese fue el juramento de los sanlorencistas que un año después quedó saldado con el ascenso.