En el primer minuto del lunes, estallaron los fuegos artificiales para celebrar la toma de posesión del predio de 27.000 metros cuadrados, tras una emotiva fiesta de música, bailes y banderas azulgranas. “Sentimos que es una reivindicación histórica”, declaró Matías Lammens.
Los sanlorencistas jamás perdieron la ilusión de volver a su tierra prometida. El fundacional barrio de Boedo es símbolo en Buenos Aires del tango, de las murgas y comparsas del carnaval, de la intelectualidad transgresora. Aún conserva su geografía de casas bajas de clase media y trabajadora.
“El día de la reinauguración va a ser un momento de tremenda intensidad. Espero que Dios me dé vida”, dijo Adolfo Res, el historiador azulgrana considerado el padre del regreso. Res fue uno de los pioneros en la recuperación del predio. Hasta ayer, su momento de gloria fue la movilización de 110.000 hinchas en 2012 a la histórica Plaza de Mayo.
Otra epopeya será conseguir la rezonificación para poder levantar un estadio para 42.000 espectadores, cuyo costo estimó Lammens en 75 millones de dólares. A su vez, Marcelo Tinelli admitió que “este es el mayor logro de la historia de San Lorenzo” y lo comparó con los 15 títulos de primera división y una Libertadores, entre otras copas, que albergan las vitrinas del club.
