lunes, abril 09, 2018

De la ilusión a la catástrofe en noventa minutos

San Lorenzo tenía todo servido para encaramarse en la segunda posición de la tabla y de paso, afianzarse en la competencia por clasificar a la Copa Libertadores del año próximo. Pero entre sus aspiraciones y la realidad, el equipo del Pampa Biaggio, que cometió toda clase de errores, se topó con un Godoy Cruz inspirado que lo goleó, le manejó el partido anímicamente y le pasó por arriba tácticamente.

Es verdad que el Tomba tuvo la sagacidad necesaria para exprimir al máximo las falencias y las desconcentraciones defensivas rivales. Pero, más allá de eso, expuso un repertorio futbolístico que sustentó su victoria y que resultó demasiado para un San Lorenzo que lució desconcertado con el planteo diagramado por Diego Dabove.

Utilizando los laterales (a espaldas de Angeleri y Salazar), el equipo mendocino atacó sin desbalancearse. De esa manera, consiguió abrir a la defensa azulgrana que dejó en el vestuario la seguridad mostrada en partidos anteriores. Y a partir de esa vulnerabilidad, comenzaron a aparecer los goles.

De dos centros de Fabricio Angileri, precisamente por la punta de Angeleri, llegaron las conquistas de Matías Caruzzo, en contra, y del Morro García. Y entre medio de ambos tantos, con otro cabezazo en el área chica, el de Tomás Cardona, tras un corner de Pol Fernández. Todo eso en dieciocho minutos.

Acostumbrado en los partidos anteriores a pararse de contragolpe, el 0-3 sacó a San Lorenzo de su zona de confort. Esa obligación de ir a buscar el partido no le quedó cómoda. Porque encima de sufrir una falta alarmante de ideas, el equilibrio defensivo del Tomba no le dio chances de nada.

Pero antes de terminar el primer tiempo faltaba el cuarto gol, mediante un zurdazo bajo de Luciano Abecasis que se le escurrió de manera increíble a Nicolás Navarro. Con el partido liquidado, quedaban por jugarse los segundos cuarenta y cinco minutos. En los cuales San Lorenzo no creó ni una situación clara de riesgo. Mientras que Godoy Cruz decoró el resultado con el quinto tanto, anotado por Santiago García, en una contra letal que le puso punto final a un verdadera catástrofe azulgrana.