lunes, octubre 30, 2017

Un triunfo que dejó claroscuros a tener en cuenta

Con el triunfo sobre Temperley, el San Lorenzo del Pampa Biaggio sigue en plena racha triunfal. Se subió al segundo escalón de la tabla en soledad, como único perseguidor de Boca. Pero ojo, cuervo, que el equipo dejó algunas escenas preocupantes: fisuras defensivas (flojo trabajo de la zaga central) y urge encontrarle un acompañante a Belluschi, que sigue siendo el único capaz de generar fútbol.

Es verdad que el Ciclón le ganó el partido al Celeste en los dos extremos de la cancha: en el nuestro, con las tapadas de Nico Navarro (no por accionar de la defensa) y en el de ellos, aprovechando al máximo los errores defensivos. Pero en medio de ambos sectores, el equipo no encontró la conexión para manejar la pelota y dominar a un rival que lo único que le preocupa, es escaparle al descenso.

Con muy pocos argumentos, Temperley le creó a San Lorenzo no menos de cinco situaciones de gol. Que de no haber sido por Navarro, hubieran terminado concretándose. Ahí, es donde el DT y los jugadores deben seguir trabajando. Porque la última línea aparece muy vulnerable y ante algún equipo con mayor poder de fuego, las cosas pueden terminar de otra manera.

Ofensivamente hablando, San Lorenzo es otro equipo. Desde los pies del Rey Fernando salen pases y asistencias para todos lados, pero siempre en soledad. Con muy poca compañía para descargar y desnivelar. Interesante, sin embargo, es el aporte que hace el Pocho Cerutti (más allá de sus cuatro goles) obligando siempre a las defensas rivales a tenerlo en cuenta.

Al margen de las consideraciones que se puedan hacer, San Lorenzo está invicto (con la segunda valla menos vencida) y hoy por hoy es la única alternativa para pelearle a Boca. Está claro que al equipo para consolidarse le falta tiempo (el legado de Aguirre no será fácil superarlo) pero es mucho más fácil construir sobre cimientos, que sobre ruinas.