Parafraseando al matador de Barracas de la canción de Vicentico, al de Boedo también de pronto el día se le hizo de noche. Tenía todo como para pasar a la semifinal de la Copa Libertadores y en veinte minutos primero y en la definición por penales después, se quedó masticando bronca viendo como esa ilusión se le fue escurriendo como agua entre las manos.
Hoy a la mañana Aguirre llegó temprano a la ciudad deportiva y luego de una breve charla con el presidente Matías Lammens y el manager Bernardo Romeo, se despidió del plantel que se preparaba para iniciar la práctica con miras al partido del lunes ante Estudiantes de La Plata, otro equipo que se quedó sin técnico esta semana tras la renuncia del uruguayo Gustavo Matosas.
El uruguayo había asumido la dirección técnica el 27 de junio de 2016 y su gestión luego de muchos altibajos terminó debilitándose definitivamente en el último mes con la eliminación de la Copa Argentina, ante el modesto Deportivo Morón, y anoche con la caída ante el Granate en una definición por penales que llegó luego de haber ganado el primer partido 2-0 y perdido el segundo por idéntico marcador.
Ahora, Claudio Biaggio se hará cargo interinamente del primer equipo de San Lorenzo y trabajará con Cristian Manfredi, su ayudante en la Reserva.
