Gol a gol, Nicolás Blandi ya alcanzó la categoría de ídolo en San Lorenzo y se metió en la galería de los jugadores más venerados por los cuervos. En el historial del Ciclón figura entre los máximos artilleros en la Copa Libertadores.
Justo cuando San Lorenzo más lo necesitaba, Nicolás Blandi volvió a encenderse. Había empezado la actual temporada con la pólvora mojada, pero en la reciente noche triunfal ante Lanús, en la ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores, recuperó su poder de fuego anotando los dos goles en la victoria del Ciclón (2-0).
“Estaba un poco preocupado, pero sabía que en cualquier momento las cosas iban a darse de nuevo”, admitió el delantero azulgrana al referirse a su falta de gol. Y resaltó la importancia de que su reconciliación con la red “haya sido en un partido tan importante como este por la Copa Libertadores”.
Es que cuando un jugador de sus características se acostumbra a meterla tan seguido, como lo hizo en el año futbolístico 2016/17 en el cual marcó 22 goles en 41 partidos jugados, es difícil sobrellevar una sequía semejante. Pero como antes o después todas las rachas se cortan, “Blandistuta” (como lo bautizaron sus admiradores cuervos) tuvo su noche de regreso en la que volvió a amigarse con la red.
Blandi llegó a San Lorenzo proveniente de Boca, en enero de 2014, a cambio de 1.800.000 dólares por la mitad de su pase para sumarse al plantel que iba a ganar la Libertadores de aquel año. Su participación no fue muy destacada, pero señaló un gol importante (1 a 1 ante Independiente del Valle) para que San Lorenzo supere la fase de grupos.
Sus posteriores bajos rendimientos hicieron que fuera cedido momentáneamente al Evián, de Francia, donde apenas disputó seis partidos marcando un solo gol. Una vez vencido el préstamo regreso a Boedo y, de a poco, fue ganando minutos en la cancha. De la mano de Pablo Guede recuperó su lugar y a fuerza de goles se encargó de afianzarse en el equipo inicial hasta llegar a este presente de veneración.
“Tuve ofertas de México y de Turquía. Pero en San Lorenzo estoy cómodo y con objetivos importantes por alcanzar”, admitió el nuevo capitán de San Lorenzo quien no solo se ganó la admiración de todos los sanlorencistas por cosas como esas, sino que también el respeto de sus compañeros adentro del vestuario.
Para marcar la importancia de Blandi en el juego de San Lorenzo - y eso que el equipo no siempre juega para él- basta con remitirse a las estadísticas. Los números dicen que en la actual edición de la Libertadores de América, el delantero bonaerense lleva anotados cinco goles siendo junto a José Sand, de Lanús, y Fernando Zampedri, ex Atlético Tucumán, los argentinos con más tantos anotados. Y aún con chances de aumentar su cuenta personal
Además, con los que convirtió en 2014 y 2016, Blandi comparte con Claudio Biaggio el segundo escalón de los goleadores cuervos en el historial de dicha competencia continental. De esa forma, en silencio Nicolás Blandi ingresó a la galería de los futbolistas adorados por los sanlorencistas, que todos los partidos esperan gritar sus goles. Porque un gol hecho por él no es lo mismo que anotado por otro. Es el beneficio de los ídolos.
