No en vano Fabricio Coloccini tiene un lugar propio en la galería de ídolos de San Lorenzo. Si bien en estas horas, obligado por las circunstancias, está pensando en emigrar nunca renegó de su simpatía por los colores del club de Boedo.
Desde el inicio de la pretemporada, al no estar en los planes de Diego Aguirre, Colocha está entrenándose separado del plantel. La dirigencia trató de interceder por él ante el cuerpo técnico, pero el uruguayo no cedió. No hubo caso. El entrenador no aceptó tenerlo, nuevamente, en el grupo.
Esa negativa motivó al defensor de 35 años a tomar la decisión de aceptar la extensión de su contrato hasta junio de 2019 con la condición de marcharse a préstamo a otro club, renunciando a cobrar el sueldo en San Lorenzo y regresar para retirarse una vez que Aguirre ya no esté más.
La dirigencia de San Lorenzo valoró ese gesto al considerarlo muy poco común en el mundo del fútbol, ya que no muchos jugadores acepta resignar la parte económica. “La historia entre San Lorenzo y Coloccini se merece un final feliz”, sentenció el presidente Matías Lammens en tono conciliador.
“Sabemos que es un jugador que ama a los colores y por eso queremos buscar la mejor solución posible para todos”, finalizó diciendo el máximo dirigente sanlorencista.
