La dirigencia de San Lorenzo, urgida por el tiempo, continúa trabajando en procura de reforzarle el equipo al uruguayo Diego Aguirre, quien sobrevivió al difícil examen ante Racing pero que sigue siendo cuestionado por los hinchas. De la lista de jugadores que el CASLA tiene inscriptos en la AFA, los que más probabilidades tienen de transformarse en cuervos son el delantero Maximiliano Urruti y el hábil volante colombiano Michael Barrios, ya que la MLS, de los Estados Unidos, aceptó negociar sus pases.
En cambio, la chance de Lucas Zelarayán, que es la que más interesa por Boedo, está cada vez más lejos. ¿El motivo? Los Tigres, de México, están dispuestos a desprenderse del cordobés, únicamente, si el Ciclón adquiere la totalidad de los derechos deportivos y federativos. Y en ese caso, el valor de compra se va mucho más arriba de los cuatro millones de dólares ofrecidos por la mitad de su ficha.
En cuanto a los futbolistas que actualmente juegan para el Dallas FC, San Lorenzo ofertó 1,8 millón de dólares por Maxi Urruti y 2,5 por el Diablito Barrios. La cuestión ahora es que los yanquis acepten la forma de pago propuesta desde el CASLA y que contesten de inmediato, dado que el Ciclón tiene tiempo hasta este jueves de anotar a sus nuevos jugadores.
En principio, San Lorenzo sólo podrá usar a esos futbolistas en la Superliga y no en los partidos ante Lanús por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Sí estará en condiciones de hacerlo si clasifica a semifinales de dicho torneo. En esa instancia, los clubes participantes están habilitados a formular hasta tres cambios en su lista de buena fe.
