Matías Caruzzo se refirió a lo sucedido el domingo pasado en Victoria, en la derrota ante Tigre, quien aseguró que "después de tres días" sigue "caliente", pero advirtió que no iba a "hablar de Delfino.
Pero la verdad es que nos fuimos con mucha bronca, porque el reglamento ahora dice que una mano despegada del cuerpo en el área es penal y entonces los árbitros la hacen fácil, porque cobran y listo, pero hay anexos que atenúan esas sanciones", describió.
"Para nosotros el partido del otro día no se podía empatar, porque eso significaba perder, y nos terminamos yendo con tres puntos menos que Boca nos sacó de ventaja. Y lo que perdimos el otro día nos va a doler más adelante", evaluó. Después se refugió en la autocrítica al aceptar que en "defensa hay que mejorar bastante, porque los errores se están pagando con goles en contra. De cualquier manera estoy convencido que seguiremos dando pelea en los dos frentes, la Libertadores y el torneo local".
"Ahora se vienen partidos decisivos con Sarmiento por el torneo local y luego la Universidad Católica de Chile por la Copa Libertadores, y hay mucho trabajo por hacer", finalizó.
