Si los jueces, como se dice, hablan mediante sus fallos; los directores técnicos lo hacen, en gran parte, con los equipos que arman. Para esta ocasión se veía venir que Diego Aguirre iba a poner a un equipo alternativo privilegiando el partido definitorio del miércoles ante Atlético Paranaense por la Copa Libertadores, ya que de perder San Lorenzo quedará eliminado, y suena a sensato. Pero esa sensatez desaparece cuando leemos el equipo que pondrá en la cancha y a los jugadores que dejará sentados en el banco de suplentes.
Navarro; Díaz, Coloccini, Senesi y Montoya; Mercier,; Corujo, Mussis y Costa; Ávila y Bergessio. Ese es el equipo con el que trabajó esta tarde y surgen varias preguntas: Sin el Pipi Romagnoli y el Perrito Barrios, ¿quién va a llevar la pelota? ¿Por qué aparece otra vez entre los titulares Corujo? ¿Y si le pasa algo a Mussis, en Brasil quién juega?
Se nota que al uruguayo Aguirre eligiendo a Coloccini, Mercier, Bergessio, Costa y Corujo por sobre los juveniles no le llegó el mensaje de "vamos, vamos los pibes", que atronó la última noche de fútbol en el Nuevo Gasómetro.
San Lorenzo está afuera de la zona de clasificación a la Copa Libertadores 2018 y en el umbral de la Copa Sudamericana, poniendo en riesgo también su participación en ese torneo del año que viene. Ojalá el equipo se venga con los tres puntos en el bolso, pero Aguirre parece hacer todo lo posible para dificultar el camino y ganarse las recriminaciones de los hinchas.
