En un partido mal jugado San Lorenzo perdió por 2 a 0 como visitante ante un Banfield ordenado y eficaz, en el partido de ida de la segunda fase de la Copa Sudamericana que dejó mucho mejor parado al Taladro que al Ciclón de cara al partido revancha que se jugará el martes 13 de septiembre en el Nuevo Gasómetro. El equipo de Aguirre deberá mejorar mucho para revertir la historia.
San Lorenzo nunca le encontró la vuelta al partido y a eso le sumó una actuación preocupante, floja en todas sus líneas. Con rendimientos individuales (caso Torrico, Mas, Mercier, Mussis, Blanco, Blandi y Cauteruccio cuando entró) muy preocupantes.
El inicio tuvo al equipo de Diego Aguirre con ímpetu, con iniciativa, pero rápidamente, Banfield le asestó el primer golpe con el gol de Rodríguez, el primero en su carrera, quien apareció en soledad en el área luego del tiro de esquina que ejecutó Walter Erviti.
San Lorenzo inquietó a Banfield, que cuidó el cero en su arco, con un remate desde lejos del uruguayo Mathías Corujo (26min) que desvió el arquero Hilario Navarro, y el despeje del defensor Carlos Matheu (27min) sobre la línea luego del disparo de Emmanuel Mas.
El segundo tanto del equipo local fue mediante un tiro libre bien ejecutado por Sarmiento, pero en el cual Torrico le regaló el palo izquierdo. Ya la segunda parte se jugó como Banfield quiso. Se hizo friccionada, con poco fútbol, y San Lorenzo no supo resolver esa cuestión por falta de variantes y de ideas. Banfield lo esperó y no supo quebrarlo.
Corujo (34min) apeló a una jugada personal para crearle peligro al local y Matheu despejó otra vez sobre la línea (38min), esta vez tras un esfuerzo del delantero Ezequiel Cerutti. Vale la mención a una jugada en la que San lorenzo se vio perjudicado (como durante gran parte del encuentro) por un fallo equivocado del árbitro brasileño de Oliveira que le hubiese permitido achicar la diferencia.
Banfield, que pegó en los momentos justos, se conformó con el 2 a 0, una buena ventaja para jugar en el Nuevo Gasómetro, y San Lorenzo se retiró preocupado de la cancha por un nivel de juego bajísimo que pagó con la derrota.
