En los dos meses que lleva como entrenador de San Lorenzo, ha demostrado decisiones para el elogio y otras que le están valiendo críticas. Qué se le reconoce y qué cosas inquietan a los hinchas del Ciclón.
La contratación de Pablo Guede generó muchas expectativas entre los hinchas de San Lorenzo por su promesa de aplicar un método de juego ofensivo, intenso y de protagonismo constante basado en la tenencia de la pelota. Y si bien la realidad indica que esas consideraciones primarias no están siendo defraudadas; no es menos cierto que hoy el Ciclón está sumido dentro de la inercia cambiante de su entrenador que, si bien no es nueva en él, no deja de asombrar.
Esa mixtura entre lo esperado y lo sorprendente, justamente, genera consideraciones favorables y contrarias que ayudan a descifrar cuál es el verdadero "estilo Guede" del que tanto se habla desde su regreso a nuestro país para dirigir al club azulgrana.
A su favor
1) Como primera medida, a Guede no puede dejar de reconocérsele su vocación de ir a buscar los tres puntos en cualquier cancha que sea. Y eso para los hinchas de equipos grandes, como los de San Lorenzo, es música para los oídos. Jugando de visitante el Ciclón lleva un triunfo (Olimpo), dos empates (Patronato y Huracán) y una derrota (Liga de Quito, a 2.850 metros de altura sobre el nivel del mar). Pero al margen de los resultados, vale decir que en ninguno de esos encuentros presentó un planteo cauteloso que lo haya perjudicado.
2) Cuando plantea de una determinada manera los primeros tiempos y las cosas al equipo no le salen como él las había planificado, Guede no tiene empacho en modificar lo que sea en el entretiempo de acuerdo a la lectura que hizo del juego. Generalmente ese método le dio buenos resultados cuando lo aplicó. Aunque la excepción haya sido el partido ante Toluca en el cual los relevos no le dieron la respuesta que esperaba y el Ciclón se complicó en la Copa.
En su contra
1) Pablo Guede exhibe como uno de los fundamentos principales de su estilo la modificación partido a partido de la formación inicial del equipo. Y si le hace falta de esquema táctico, también. Desechando la posibilidad de tener una alineación definida. A veces, incluso, sin tener demasiado en cuanta el rendimiento de sus jugadores. Eso lo torna impredecible tanto adentro como afuera del vestuario.
2) En cuanto a lo táctico, la principal falencia que mostró San Lorenzo hasta ahora radica en la faceta defensiva. En ese aspecto negativo del juego, parece tener mucho que ver los cambios de esquema que deberían estar más trabajados en la semana para que los jugadores no se desacoplen a la hora de ir a marcar al hombre o al espacio. Obviamente, se trata de una cuestión de tiempo.
Con lo bueno y lo corregible a cuestas, el Ciclón está encaminado hacia un nuevo rumbo. Sin olvidar que se consagró campeón de la Supercopa Argentina, que es uno de los animadores de la Zona 1 del torneo de Primera (está segundo a dos puntos de Rosario central) y que, por ahora, solo está en deuda en la Copa Libertadores. Así, con Pablo Guede en el banco, San Lorenzo está escribiendo una nueva historia futbolística con un final abierto, expectante e incierto a la vez.
