Las negociaciones por Boedo llevaron su tiempo pero, finalmente, la dirigencia de San Lorenzo le dio a Pablo Guede casi todos los gustos en materia de refuerzos solicitados. La única negativa con la que se encontraron fue la del chileno Jaime Valdés, quien no logró desvincularse de Colo Colo.
De esa manera, el flamante DT ya cuenta con las incorporaciones del arquero Nicolás Navarro; de los defensores Pedro Franco, Paulo Díaz y Marcos Angeleri; del volante polifuncional Fernando Belluschi y del atacante Ezequiel Cerutti para formar junto a los integrantes del plantel que ya estaban, su equipo ideal.
Con el arribo de Mambrú Angeleri, quien llegará a nuestro país entre mañana y el miércoles procedente de España para ponerle la rúbrica a su contrato por tres temporadas, San Lorenzo se retiró del mercado redondeando uno de los mejores libros de pases de los últimos años.
El primer gran desafío que San Lorenzo deberá afrontar durante la gestión de Pablo Guede -la que apenas lleva 29 días- será la disputa de la Supercopa Argentina contra Boca el miércoles 10 del corriente, en Córdoba, que será posterior al debut en el torneo de Primera que será cuatro días antes con Patronato, en Paraná.
No es mucho el tiempo que le queda al equipo azulgrana para llegar a esa final con una versión mejorada en relación a la mostrada en los amistosos estivales en los cuales cosechó un empate y dos derrotas. Aunque durante los días previos el entrenador tendrá la chance de evaluar las variantes que, justamente, pueden aportarle los refuerzos contratados por la directiva para potenciar el plantel y que durante los amistosos, no pudo utilizar.
En el fútbol los procesos nuevos llevan su tiempo de consolidación y San Lorenzo está atravesando el suyo. Pero con el condicionamiento de conseguir buenos resultados en lo inmediato.
