Aunque dejó varios puntos flojos en su rendimiento, San Lorenzo, que empezó a desandar su camino como campeón de América, reaccionó en los minutos finales y logró revertir un derrota que parecía inexorable de la mano de Mauro Matos y de los jugadores que entraron como relevos.
Sebastián Torrico (6): En el gol quedó desacomodado por el rebote en Cetto, en el segundo tiempo tapó un remate que hubiera definido el partido
Matías Catalán (5): Muy flojo en la marca, pero yendo al ataque tuvo un mejor rendimiento. El comenzó la jugada del primer gol.
Mauro Cetto (5): En el primer tiempo le costó tomar la marca de Castro, autor del gol uruguayo. Lo salvó marcar el gol del triunfo.
Matias Caruzzo (5): Dejó algunas fisuras en su rendimiento. Su aporte vino por el lado de la personalidad.
Emmanuel Mas (4): No marcó con seguridad y sobre el final del partido recién se mandó al ataque con convicción.
Juan Mercier (4): Nunca encontró la posición justa para cortar y tocar. Dio muchas vueltas y no recuperó ni anticipó.
Nestor Ortigoza (5): No estuvo preciso en los pases como en otros partidos, pero en los peores momentos no se escondió.
Hector Villalba (4): Volvió a decaer en su rendimiento, no fue opción en ataque y en retroceso le ganaron siempre la espalda.
Sebastián Blanco (5): Insinuó más de lo que concretó. Debería serenarse y no querer hacer todo junto. Tiene potencial.
Leandro Romagnoli (5): Por momentos jugó muy recostado sobre la izquierda. Cuando salió de ahí, generó una jugada que pudo ser el empate.
Mauro Matos (8): Además de marcar el gol que empezó la remontada, se las ingenió para jugar solo contra toda la defensa de Danubio.
Martín Cauteruccio (6): Ingresó por Villalba para darle más compañía a Matos adentro del área y cumplió.
Pablo Barrientos (6): Entró por Mercier para sumarse al circuito de distribución de la pelota, tuvo una buena participación.
Franco Mussis (6): con su ingreso por el Pipi Romagnoli contribuyó metiéndole más dinámica al juego en la mitad de la cancha.