sábado, noviembre 29, 2014

El que trampea a un tramposo, tiene cien años de perdón

San Lorenzo, en la despedida de su público previo al viaje a marruecos para disputar el Mundial de Clubes, goleó a Estudiantes de La Plata 4-0, en el Nuevo Gasómetro que lució una buena concurrencia de público, con goles de Néstor Ortigoza, ambos de penal; Mauro Matos y Julio Buffarini. En líneas generales, el equipo del Patón Bauza redondeó un partido de buen nivel que ganó con contundencia y que sin dudas sirve para reflotar aún más la confianza y la autoestima de los jugadores.

Es verdad que el primero de los tantos provino de un penal mal sancionado por el arbitro Juan Pablo Pompei, a instancias de su primer asistente Ariel Scime, pero si en la historia del fútbol argentino hay un club que vive y siempre sacó provecho de la trampa fue justamente el equipo platense. Asì que el que trampea a un trampoco, tiene cien años de perdón.

La contundencia que mostró San Lorenzo, seguramente, es un aliciente en la búsqueda de la puesta a punto para el equipo que viajará el próximo 11 de diciembre al Mundial de Marruecos, donde representará al fútbol Sudamericano por ser el actual campeón de la Copa Libertadores de América.

Para destacar quedó el deempeño ordenado y correcto del triángulo que forma el triple cinco entre Juan Mercier, Néstor Ortigoza y Enzo Kalinski, quien está atravesando su mejor momento desde su arribo a San Lorenzo. A él Pompei le cometió la falta Desabato que Pompei cobró como penal para que el Gordo Ortigoza destrabe el partido.
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La primera parte no tuvo emociones, ni buen juego. Sin embargo, todo cambió en la etapa final. San Lorenzo se puso en ventaja rápido y aprovechó los espacios que dejó Estudiantes para ampliar la ventaja.
El ingresado delantero Mauro Matos (reemplazo a Martín Cauteruccio, que en cada partido demuestra tener màs movilidad) marcó el segundo gol con un zurdazo desde 30 metros de distancia haciendo entras la pelota al lado del palo izquierdo.

Más tarde, llegó el penal indicutible de Matías Aguirregaray a Pablo Barrientos, que el infalible Ortigoza cambió por el tercer gol y sobre el final, bajo un diluvio que azotaba la Ciudad de Buenos Aires, apareció Buffarini para cerrar la goleada.

El triunfo, aumentó la paternidad del Ciclón sobre Estudiantes por buena diferencia tras 166 cotejos, con ventaja de 69 triunfos contra 49 y 49 empates. Al final la tremenda hinchada que tiene San Lorenzo despidió a los jugadores como estos se  merecían y al grito de "cueste lo que cueste, en Marruecos tenemos que ganar". Mirá si este plantel eso no lo va a saber.