Leandro Romagnoli fue uno de los estandartes del equipo de Edgardo Bauza, levantó la Copa y ahora tiene que marcharse a Brasil, aunque no da por hecha su transferencia porque quiere jugar el Mundial de Clubes. "Falta tiempo para eso, puede ser que haya sido mi último partido acá", dijo tras el campeonato. Luego, se emocionó hasta las lágrimas: "Tenía algo en el pecho que no podía más, era la ilusión nuestra y de la gente".
El Pipi fue una de las figuras del San Lorenzo campeón y luchó por permanecer en Boedo, ya que tenía vínculo con el Bahía de Brasil, que ahora hará fuerza para hacerlo cumplir y llevárselo. El caso es que el capitán pretende quedarse hasta fin de año, para tener la posibilidad de disputar el Mundial de Clubes con la camiseta que más quiere. Con el correr de los días se sabrá qué será de su futuro, pero él ya expresó sus sentimientos dentro del campo.
"Pienso en la alegría de la gente, nunca había ganado una final así este club, nunca la había jugado, muchos esperaron la vida por este momento y nosotros le dimos la Copa", comentó al borde de las lágrimas Leandro Romagnoli, quien se emocionó al salir de la cancha, cuando fue reemplazado sobre el final del cotejo ante Nacional de Paraguay. "Todos querían esto", acotó.
Después sí, no le esquivó al bulto y se refirió a lo que se vendrá, respecto a lo personal: "Estoy hablando con la gente del Bahía, vamos a ver si voy o no, ahora pienso en festejar y cuando pase esto, pensaremos". Lo consultaron por la chance de enfrentarse con el Real Madrid en Marruecos y respondió: "Cómo no voy a querer estar ahí, pero falta tiempo para eso".
Por último, uno de los futbolistas más importante en la historia del "Ciclón", manifestó: "Puede ser que haya sido mi último partido, tengo contrato y los brasileños tienen la última palabra. Pienso en esto, tenía algo en el pecho que no podía más, era la ilusión de la gente y la nuestra".
