jueves, mayo 01, 2014

El San Lorenzo de los milagros sigue vivo

Después de dejar en el camino a Gremio por la vía de los penales en una épica definición con dos atajadas impresionantes de Sebastián Torrico, el San Lorenzo de los milagros continúa con su participación en la Copa Libertadores más vivo que nunca. Varias veces lo dieron por muerto y otras tantas se levantó demostrando personalidad y coraje para ponerle el pecho a la adversidad.

De esa manera, con angustia, sufrimiento y con un alto grado de intensidad emotiva el Ciclón ya está instalado en cuartos de final de la Copa Libertadores donde lo espera otro equipo brasileño, Cruzeiro.
Dicen que lo que no mata fortalece, y eso bien puede aplicarse al equipo del Patón Bauza.

El primer escollo a superar fue la clasificación a octavos de final, más por desaciertos propios que por méritos de los rivales, y cuando parecía que iba a quedar eliminado -a dos minutos del final del partido ante Botafogo- apareció Nacho Piatti para poner el 3 a 0 con el cual los cuervos festejaron el pase a la siguiente fase como si hubiesen salido campeones.

Y no era cosa de desperdiciar semejante esfuerzo, aunque enfrente le tocara tener a uno de los equipos más fuertes de la Copa. Con esfuerzo y sacrificio San Lorenzo logró sacar adelante el partido de ida contra los Gaúchos con apenas un 1 a 0 que pudo hacer valer hasta que a siete minutos del final de la revancha Dudú quebró la resistencia de la defensa azulgrana para igualar la serie que iba a definirse desde el punto del penal, con todo lo que eso supone ante un equipo brasileño.

Pero haya sido por recibir una ayudita celestial, invocando al papa Francisco o al padre Lorenzo Massa, o por cuestiones más terrenales, como la intuición del Cóndor Torrico para atajar dos penales o la convicción de los ejecutantes propios para no fallar ninguno, el Ciclón se volvió con el pasaporte a cuartos de final firmado y sellado en la aduana de Porto Alegre para la alegría de los 2.000 hinchas que acompañaron a sus jugadores hasta la Arena do Gremio y para todos los demás que lo palpitaron por TV.

Justamente, la vez anterior que San Lorenzo arribó a esa instancia fue en la edición de 2008 cuando por la misma manera de clasificación quedó eliminado por la Liga de Quito, dirigida por ese entonces por Edgardo Bauza, dejando un recuerdo amargo en la memoria de los sanlorencistas que, esta vez, sueñan con borrarlo de su mente con un triunfo sobre Cruzeiro.

La ilusión de toda la nación sanlorencista sigue en pie, dándole manija a la obsesión (dícese de la preocupación o idea que domina y acapara la atención intelectual y que siempre va acompañada de un penoso sentimiento de ansiedad) por ganar la Copa Libertadores.