jueves, febrero 27, 2014

San Lorenzo festejó con una cuota de sufrimiento

Con gol de Angel Correa, el Ciclón cantó victoria ante Independiente del Valle de Ecuador y saltó al segundo lugar del Grupo 2. El impulso ganador del torneo local también se trasladó al frente copero.


Para quedar bien parado de cara al futuro, San Lorenzo necesitaba sumar los tres puntos y salió a la cancha con la única premisa de ganar porque otro resultado lo hubiera complicado. Y con esa idea fija los del Patón Bauza salieron a jugar ante un equipo que no por desconocido les resultó un rival fácil ni mucho menos.

Aunque en los apuntes del partido el triunfo del Ciclón se decanta como merecido, no es menos cierto que fue un resultado trabajado minuto a minuto y con una cuota de sufrimiento adicional, tal como los cuervos están acostumbrados a vivir cada vez que están ante una instancia importante. Consideraciones al margen, la objetividad de la victoria le sirve al Ciclón para subirse al segundo escalón del Grupo 2 y alentar desde allí el sueño copero que siempre se le negó.

Los primeros cuarenta y cinco minutos tuvieron un leve predominio de San Lorenzo, aunque nunca encontró el modo de llegar hasta la red del arco ecuatoriano. Es más, con menos posesión del balón los visitantes tuvieron en los pies del ingresado Armando Solís (reemplazo a Fernando Guerrero) la situación de mayor riesgo de la primera mitad, cuando después de pasar entre Valdés y Gentiletti quedó frente a frente con Torrico y por suerte para San Lorenzo, en lo que pareció ser un guiño del destino, sacó un remate ancho.

Para el complemento, el Ciclón tuvo que luchar con la ansiedad pero unos pocos minutos. A los diez, Angel Correa recogió en el área chica una habilitación providencial de Tito Villalba, mitad remate al arco y mitad centro, para corregir la dirección de la bocha y anotar el único gol del partido.

De ahí en más, sabiendo que en esta fase la diferencia de gol puede jugar un papel preponderante para clasificar a Octavos de Final, San Lorenzo siguió yendo para adelante impulsado por el Pichi Mercier, el Gordo Ortigoza y Angelito Correa para aumentar la diferencia.

Pero pese a que lo intentó, no pudo. Sin la lucidez de Nacho Piatti, que tuvo una noche de pifias y pérdidas de pelota como nunca, se le hizo difícil romper con profundidad el orden del equipo ecuatoriano que por momentos defendía con una línea de cinco en el borde del área y con cuatro volantes por delante de ellos para no dejar fisuras por las cuales pudieran filtrarse los jugadores locales.

Pero como para San Lorenzo nada es fácil, para festejar primero tuvo que sufrir: de contragolpe Independiente del Valle tuvo dos situaciones que no fueron goles de milagro. Primero con una entrada vertiginosa de Solís, que tras desparramar a Ortigoza y a Valdés se apuró a definir ante la salida rápida de Torrico. Y en la última jugada del partido lo tuvo Daniel Angulo, que falló en la terminación de la jugada.

Después, con el pitazo final el alma les volvió a los sanlorencistas al cuerpo y ahí si pudieron festejar la primera victoria en la actual edición de la Copa Libertadores.