Jugando en calidad de visitante no es ninguna novedad que el Ciclón se siente cómodo y lo volvió a demostrar jugando en el Cementerio de los Elefantes ampliando la racha de triunfos a tres (Racing, Rosario Central y Colón) con tan solo una derrota (Quilmes). De esta manera, el equipo de Juan Antonio Pizzi sigue al acecho de la Lepra rosarina.
Desde el arranque, San Lorenzo marcó el ritmo del partido haciendo de la posesión de la pelota su arma fundamental para llegar con peligro hasta Montoya y para evitar que Colón se lo creara a Torrico. De haber estado más fino en la definición en esa primera mitad del encuentro San Lorenzo ya tendría que haber abierto el marcador pero, por entonces, sufrió la ausencia de Martín Cauteruccio, su goleador.
La primera oportunidad de peligro de San Lorenzo fue a los 3 minutos cuando Angel Correa no pudo conectar la pelota y Pichi Mercier remató, desviado. Después tuvieron sus chances Gonzalo Verón y Nacho Piatti que después de eludir al arquero, desde un ángulo cerrado no pudo darle a la pelota la dirección adecuada.
Mientras tanto Colón intentó con alguna ocasión aislada mediante un par de contras resueltas con sobriedad entre el Cóndor Torrico y la zaga central.
Para jugar el segundo tiempo, ninguno de los técnicos realizó cambios. El planteo del partido siguió siendo el mismo pero al observar Pizzi que San Lorenzo seguía sin profundidad metió dos modificaciones que le dieron buen resultado: Tito Villalba ingresó por el Pipi Romagnoli (golpeado); mientras que Juan Ignacio Cavallaro (identificado con Unión) remplazó a Correa.
Con ellos dos en la cancha el Ciclón tuvo más aire y dinamismo en el traslado de la pelota. Y cuando San Lorenzo ya había hecho méritos para estar en ventaja, Ignacio Piatti sacó un derechazo perfecto desde afuera del área que sorprendió a Montoya y que no paró hasta dar contra la red.
El 1 a 0 ya estaba más acorde a lo que ambos equipos estaban demostrando en la cancha. Y antes de que Colón absorbiera el golpe, Juani Cavallaro (insultado por la parcialidad local desde que entró) anotó el segundo tanto tras recibir un centro de Tito Villalba que anteriormente no pudo ser impactado por Verón.
De ahí hasta el final nada cambió, Colón no pudo contra su propia impotencia ni contra la defensa azulgrana que no cometió errores y que le cerró los caminos hasta su arco. Y si no, aparecieron las manos de Torrico para poner a salvo el cero en su arco.
San Lorenzo volvió al triunfo superando a Colón táctica y técnicamente como para no perderle pisada a Newell’s. Ahora, al Ciclón le vienen dos partidos seguidos de local (Gimnasia y Tigre) en los que deberá superar el déficit de jugar en su estadio y así poder refrendar su condición de candidato.
