jueves, septiembre 19, 2013

La vida desde los doce pasos

Al llegar a la instancia definitoria de los penales la angustia y la tensión crecen proporcionalmente se va acercando la definición. En la noche de ayer Estudiantes de Buenos Aires empezó la serie con lo cual el mayor nerviosismo quedó del lado de los jugadores de San Lorenzo que, finalmente, terminaron festejando su segundo paso de fase por esa vía, ya que la primera fue 3 a 2 contra Deportivo Morón en 16avos. de final de esta Copa Argentina.

La serie de penales la abrió Gustavo Britos con un tiro bajo, que entró deslizándose por abajo del cuerpo de Sebastián Torrico. Por el lado de San Lorenzo el Gordo Ortigoza cumplió su parte con un derechzo al palo izquierdo de Martín Ríos. La efectividad de ambos puso el 1 a 1.

En tercer lugar remató Julio Serrano (que debió irse expulsado por doble agresión a Alan Ruiz) alto y casi picándola, sin que Torrico pudiera hacer nada. Por San Lorenzo ejecutó Angel Correa apuntándole al ángulo izquierdo, pero la pelota se fue por arriba y la serie se puso 1-2.
Con esa tensión y expectativa los jugadores vivieron la definición.

En los pies de Gastón Montero el Pincha de Caseros tenía la chance de ampliar la diferencia, pero el Cóndor Torrico voló y sacó la pelota con la mano derecha. La chance de empatar quedó para Julio Buffarini y el cordobés (previo manotazo de Ríos) estableció el 2 a 2.

El último penal de la serie de cinco para Estudiantes lo tomó a su cargo Diego Figueroa que con un remate potente y arriba hizo estéril el esfuerzo de Torrico. Por San Lorenzo para seguir en carrera pateó Ignacio Piatti que si no lo convertía se terminaba todo, pero con un remate bajo al palo derecho estableció el 3 a 3.

El sexto penal para el equipo de Caseros fue de Nicolás Alvarez que metió la pelota por el ángulo izquierdo. Otra vez la responsabilidad para estirar la serie le quedó al Ciclón y Gonzalo Verón cambió la tendencia, buscó con un tiro bien dirigido del medio al palo derecho y engañó a Ríos para establecer el 4 a 4.  

La alegría exteriorizada en los festejos del final.
La emoción cada vez era mayor en el estadio de Sarmiento de Chaco. Patricio Grgona acomodó la pelota frente a Torrio, tomó caerrera pero su disparo se fue por arriba del horizontal. De esta manera la posibilidad de clasificar a la final la heredó Pablo Alvarado y el zaguero con suficiencia anotó el 5 a 4 dirigiendo la pelota a rastrón hacia la mano derecha de Ríos, que la fue a buscar al otro lado.

De esa manera, San Lorenzo se sacó de encima el difícil compromiso ante Estudiantes de Buenos Aires y lo festejó todo el pueblo azulgrana pensando ya en la final.