Lo bueno para el DT y para el equipo santo es que pasado mañana ya pueden tener una revancha para recuperarse gracias a la triple competencia en la que está inmerso San Lorenzo y nuevamente ante su público, ya que desde las 19,30 enfrentará a River Plate en el Nuevo Gasómetro, por el partido de ida de la segunda fase de la Copa Sudamericana, otro de los objetivos del Ciclón para este segundo semestre del año.
Para ese partido, Juan Pizzi volverá a realizar cambios en el equipo y entre los que seguramente regresarán
están Gonzalo Prósperi por Matías Catalán, Santiago Gentiletti por Mauro Cetto, Juan Mercier por Leandro Navarro y Julio Buffarini por Ignacio Piatti o Leandro Romagnoli.
Queda por verse, también, si en el arco el entrenador le renueva la confianza a Cristian Alvarez o si opta por poner nuevamente a Sebastián Torrico, quien cada vez que jugó lo hizo bien y con mucha seguridad. Pero además de las variantes de nombres, con el fin de regenerar la confianza de sus simpatizantes, el Ciclón necesita mejorar en determinados aspectos de su juego.
Es verdad que los resultados son los que maquillan o desnudan esas falencias como las que San Lorenzo padece, por ejemplo, con la marca zonal en pelotas paradas en contra, que suelen ser una tentación para los equipos rivales.
Contra Argentinos Juniors esas acciones fueron un mal constante, aunque no fue la primera vez. Pero como en los partidos anteriores los resultados favorecieron al equipo de Pizzi quedaban disumuladas; sin embargo, el sábado con la derrota quedaron remarcadas con mayor notoriedad.
Además, el DT debería buscar un equilibrio en la mitad de la cancha (la dupla Mercier-Ortigoza parecería ser la solución) y dotar a su equipo de otras variantes tácticas ofensivas para que Martín Cauteruccio vuelva a tener suficientes chances de convertir goles. La temporada recién empieza y aún a San Lorenzo le falta más rodaje para saber para que está, aunque muchos le colgaron de antemano el cartel de candidato.
