Mientras continúa negociando por los mellizos Angel y Oscar Romero, San Lorenzo lleva cerradas en el actual mercado de fichajes siete incorporaciones. Que sumadas a las diez del libro de pases de verano, hace un total de diecisiete. Siendo así, el equipo de mayor cantidad de refuerzos contratados en el año en curso.
¿Por qué San Lorenzo llegó a esa cantidad tan elevada de altas? Porque tanto a Jorge Almirón como a Juan Antonio Pizzi la directiva azulgrana les dio vía libre para formar el plantel a su medida y de acuerdo a sus gustos futbolísticos.
Entonces, a principios de año llegaron: Fernando Monetti, Gino Peruzzi, Damián Pérez, Gonzalo Castellani, Román Martínez, Héctor Fértoli y los colombianos Juan Camilo Salazar, Raúl Loaiza, Andrés Rentería y Gustavo Torres. Estos dos últimos de pésima campaña.
De ellos, después de los primeros seis meses, con rendimientos muy dispares, solamente serán tenidos en cuenta por Pizzi aquellos futbolistas a los cuales el club de Boedo les compró una parte del pase.
Ellos son: Peruzzi, Fértoli y Salazar. Mientras que Loaiza, el de mejor productividad de todos, tampoco entraría en los planes del DT. Los demás futbolistas fueron separados del plantel por decisión del actual entrenador. Semejante cantidad de bajas, llevó al club a volver a reforzarse para repotenciar el equipo.
De esa forma, arribaron: Nicolás Navarro, Bruno Pittón, Sergio Vergini, Lucas Menossi, Mauro Pittón, Ezequiel Cerutti y el paraguayo Adam Bareiro. Todos pedidos y aprobados por Pizzi, como había sucedido en el primer semestre con Almirón.
Hasta el momento, San Lorenzo lleva gastados aproximadamente 5.700.000 dólares en el actual mercado de pases y 3.855.000 en el anterior. Lo que hace un total estimado de 9,555.000 verdes. Una suma de dinero demasiado elevada, sin dudas, teniendo en cuenta la economía del fútbol argentino.
