sábado, junio 01, 2019

Pizzi, un viejo conocido, con objetivos repetidos

El trabajo de Juan Antonio Pizzi en su segundo ciclo como entrenador de San Lorenzo, deberá descansar en cuatro patas fundamentales: hacer que los jugadores recuperen la confianza y el estado físico, transmitirle al equipo un estilo de juego que lo identifique, acertar con los pocos refuerzos que eventualmente puedan llegar y promocionar juveniles.

Nada de eso es poca cosa, claro. Pero la labor del nuevo DT deberá orientarse hacia esos objetivos. Los que no le son ajenos, ya que son casi los mismos que cuando aceptó ser DT azulgrana, allá por octubre de 2012. Momento en el cual marchaba en la 18ª posición en el torneo Inicial 2012 (sobre veinte participantes) y con un promedio casi de descenso.

Entonces, apostó a su idea de juego ofensivo. Reconstruyó el ánimo del plantel, ganándose rápido el reconocimiento de sus dirigidos. Quienes le respondieron futbolísticamente para poder desarrollar un proyecto que se hizo carne en los hinchas, al ver que el Ciclón se alejó de los puestos de abajo, terminó 4º en el Final 2013, y dejó el promedio en el olvido.

De esa manera, San Lorenzo siguió superando etapas. En setiembre de ese mismo año clasificó subcampeón de la Copa Argentina. La derrota en la final contra Arsenal, lo hizo tambalear. Pero Matías Lammens lo confirmó en su puesto y eso permitió que tres meses más tarde, se consagrara campeón del torneo Inicial.

Ese título inauguró un período floreciente en Boedo. Con la base dejada por Juan Antonio, y heredada por Edgardo Bauza, en 2014 el Ciclón se consagró campeón de la Libertadores de América. Y continuó con la obtención de la Supercopa Argentina, de 2015, con Pablo Guede como entrenador.

El 17 de junio comenzará un nuevo período en San Lorenzo. Luego de los pasos oscuros de Diego Aguirre, Claudio Biaggio y Jorge Almirón, parece que en Boedo vuelve a salir el sol. Ojalá que así sea.