jueves, marzo 14, 2019

A no conformase con un triunfo solo

San Lorenzo se sacó de encima la mochila de los quince partidos sin ganar. El triunfo contra Junior por la Copa Libertadores aligeró ese peso y además, le dio una bocanada de aire fresco a Jorge Almirón. Sin embargo, el Ciclón no puede quedarse con eso solo. De ahora en más, los cuervos deberán reconstruir su realidad futbolística usando esa victoria como cimiento para encarar los objetivos que le quedan hasta mitad de año.

       1) Sumar la mayor cantidad de puntos en la Superliga con el propósito de escaparle a la última posición (para evitar finalizar en esa posición por primera vez en la historia) y robustecer el promedio con vistas a la temporada que viene, para evitar lo vivido en 2012.

A  los cuervos les quedan cuatro partidos por delante en el torneo local para intentarlo. A saber: Rosario Central (V), Colón (V), Gimnasia (L) y San Martín de Tucumán (V). Tres afuera y uno adentro. Siendo que el Ciclón aún no ganó de visitante.

       2) Llegar a la final de la Copa de la Superliga para no interrumpir su presencia internacional, ya que lleva 6 años compitiendo a nivel Conmebol entre Copa  Libertadores y Sudamericana, ya que el campeón clasificará al primero de los certámenes mencionados y el subcampeón al segundo.

De no conseguirlo de esa manera, los santos deberán buscar esas alternativas mediante la Copa Argentina. Para lo cual necesitarán empezar ganándole a Estudiantes de San Luis, en fecha y escenario a confirmar aún. Pero que será en este semestre.

        3) Clasificar a los octavos de final de la actual Copa Libertadores. Una misión que nunca le resultó fácil a San Lorenzo. Pero con el aliciente de estar protagonizando el mejor arranque copero desde 1992.

Para ello, deberá hacerse fuerte en el Nuevo Gasómetro, como ante Junior, donde todavía le queda recibir a Palmeiras y Melgar. De sumar los seis puntos, estaría encaminándose hacia el objetivo marcado.

San Lorenzo volvió al triunfo, fenómeno. Pero no debe conformarse con eso, porque tiene otros objetivos importantes por delante. Más bien debe tomarlo como un incentivo y no un fin en sí mismo. La historia así lo demanda.