El último Diez ya no estará. Al menos como futbolista, ya que aceptó ser el nuevo manager de San Lorenzo. El Pipi es una gran parte, una enorme parte, de la historia del Ciclón. Con seis vueltas olímpicas dadas entró a la galería de los ídolos azulgrana por la puerta de adelante como el más ganador de todos.
Romagnoli le puso fin a su era de futbolista, para dejarle paso a la leyenda. Sin dudas, su recuerdo perdurará en la memoria de quienes lo vieron jugar y en el relato oral que pasará de generación en generación.
El Pipi dijo presente en las buenas pero también en las otras, cuando apremiaba la necesidad de ganar para mantener la categoría. Nunca se borró. Siempre demostró con orgullo el sentido de pertenencia que lo une a San Lorenzo. Y los cuervos se lo reconocen y le dicen gracias. Gracias por todo.