Arturo Jauretche plantea en su libro "Manual de zonceras argentinas" que un porcentaje mayoritario de los nacidos en estas tierras, debido a un sentimiento colonial arraigado, cree que todo lo que proviene de afuera es mejor que lo autóctono, que lo hecho en nuestro país. Ese concepto podría aplicarse de igual manera en San Lorenzo a la situación que está viviendo Claudio Biaggio, que aún con el 76,19% de eficacia en la suma de puntos es duramente cuestionado, siendo que se trata de alguien que alcanzó una gran identificación con el club en su pasado como futbolista.
Es lógico que esa identificación por si sola no lo acredita para ponerse el buzo de DT del equipo de Primera. Pero sí a tenerle paciencia, a darle una cantidad de partidos suficientes para que demuestre si está en condiciones de ocupar ese cargo como sucedió en casos anteriores. Si está a la altura de los acontecimientos. O si, como sus críticos pregonan, salir a buscar a otro entrenador. Muchos sindican como el mejor candidato para sustituirlo a Gabriel Heinze que, hasta ahora, lo único que hizo en su carrera como director técnico fue consagrarse campeón de un torneo de ascenso.
Otros ponen los ojos en Jorge Almirón y Eduardo Coudet. Pero la realidad es que ningún entrenador asegura resultados. Los inicios de ciclo de los últimos técnicos campeones (Juan Antonio Pizzi, Edgardo Bauza y Pablo Guede) no fueron buenos. Es más, los tres estuvieron con la soga al cuello y ninguno alcanzó de arranque el porcentaje de eficacia de Biaggio. Sin embargo, tuvieron tiempo para conseguir sus logros.
El único caso distinto fue el de Guede, que ganó la Supercopa Argentina en su segundo partido. Pero en el torneo de Primera, luego de sortear varios inconvenientes en el camino, llegó de buena manera a la final con Lanús. Aunque después la haya perdido. El Pampa Biaggio merece respeto y tener la oportunidad de trabajar. Pese a ser interino fue cambiando cosas para dejar el legado del uruguayo Diego Aguirre en el olvido. Hasta ahora los resultados lo han acompañado y gran parte de los hinchas en la cancha pide su continuidad. No siempre todo lo que viene de afuera es mejor que lo que se tiene en casa. A tenerlo en cuenta.
