San Lorenzo (3-0), bicampeón vigente de la LNB, no tuvo piedad anoche con Boca Juniors (0-2), al que arrolló por 97-62, en partido correspondiente al Super 20 de la Liga Nacional de Básquetbol, certamen que terminará en noviembre venidero y que otorgará dos cupos para la próxima Liga Sudamericana. En el gimnasio Roberto Pando, el equipo dirigido por Gonzalo García obtuvo una amplia victoria con la siguiente progresión: 27-15, 45-38, 75-47 y 97-62.
De este modo, el Ciclón es el único líder de la Zona C, mientras los xeneizes’ figuran en la última colocación. San Lorenzo tendrá su próximo partido oficial el jueves venidero ante Hispano Americano de Río Gallegos, otra vez en Boedo.
El alero marplatense Marcos Mata acumuló 19 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 2 robos. Mientras tanto, los extranjeros Dar Tucker (20 puntos) y Javier Justiz Ferrer (17 tantos, 12 rebotes) también cumplieron destacadas labores.
Luego de un arranque parejo, San Lorenzo empezó a destrabar la paridad con las penetraciones del estadounidense Tucker y del santiagueño Deck. El conjunto azulgrana descubrió huecos en una defensa permeable y Mata se sintió a gusto para machacar el aro adversario. El Ciclón tomó ventaja de 12 al cabo de los primeros 10 minutos.
El segundo capítulo, de a poco, Boca empezó a lastimar en donde más le dolía al local: balón abajo del cesto para la llegada del norteamericano Mathew Bryan (viejo conocido azulgrana). Así, el quinteto xeneize se metió en partido, quedando abajo por siete, al cierre del primer tiempo.
La reanudación favoreció a San Lorenzo con una ráfaga 13-2 en poco menos de 3 minutos y se terminó el pleito. A partir de ese pasaje, el bicampeón hizo notar su mayor capacidad. La superioridad en el rectángulo trasladó la fiesta a las tribunas del Pando, en donde los hinchas deliraron, cargando al rival de turno por la ‘histórica paternidad’.
Mientras los simpatizantes azulgranas cantaban, Tucker armaba su propio festival. El tercer período culminó con 28 puntos de ventaja. En el último segmento, San Lorenzo no aflojó el ritmo y mantuvo mayoritariamente –al menos- tres titulares en cancha, a pesar de diferencias que oscilaban entre los 23 y 30 puntos. Ante un Boca resignado e impotente, el equipo local continuó implacable y consumó una dura paliza: 97-62.
