viernes, agosto 11, 2017

Se pasó de ronda, pero queda muchísimo por mejorar

San Lorenzo se clasificó anoche para jugar los cuartos de final de la Copa Libertadores de América. Bien. Instancia en la que se medirá ante Lanús, al vencer a Emelec de Ecuador por 5 a 4 en definición desde el punto penal, tras caer 1-0 al cabo de los noventa minutos, en el Nuevo Gasómetro frente a un marco imponente de hinchas. Punto. En esas pocas palabras se resume lo único bueno de cara al futuro: la clasificación a la ronda siguiente.

Si bien el equipo consiguió el objetivo que justamente era ese, pasar de fase, desde lo futbolístico volvió a quedar en duda. Igual que en el último tramo del semestre pasado, cuando su juego fue decididamente pobre. No tuvo conducción ni caudal de juego, lo que le restó posibilidades de crear situaciones de riesgo. Nada nuevo, en realidad, más bien más de lo visto antes del receso y con una pretemporada de preparación de por medio.

Pero, por suerte, al igual que en la edición de 2014, los penales le dieron vida a San Lorenzo. En aquella ocasión ante Gremio fue gracias a las manos de Torrico y en esta a las de Navarro, que también atajó dos tiros. En el balance queda en el haber la clasificación a cuartos de final y en el debe una muy pálida versión futbolística que deberá ser mejorada cuanto antes. De otra manera, sería imposible seguir alentando la esperanza de llegar a la semifinal.