La dirigencia de San Lorenzo quería asegurarse la continuidad de Diego Aguirre hasta junio de 2018 como primer paso para después definir la situación de los jugadores, cuyos contratos también tienen fecha de vencimiento el 30 de junio. Con el sí del DT charrúa sobre la mesa, en el transcurso de la semana que se avecina comenzará la ronda de negociaciones entre las autoridades del club y los referentes del plantel, quienes se encuentran en esa posición.
A Néstor Ortigoza la directiva azulgrana le ofrecería dos temporadas más de contratación. Si bien la postura de ambas partes es la de llegar a un acuerdo, el Gordo avisó por los medios que “la negociación no será fácil” porque “no estoy regalado ni con moño”. A Juan Ignacio Mercier en Boedo tienen pensado proponerle una renovación por un año y a Leandro Romagnoli lo mismo, aunque incluyendo una cláusula de rescisión en el mes de diciembre. Los dos estarían de acuerdo.
En cuanto a Sebastián Torrico la proposición sería también por doce meses, pero el arquero pretendería renovar por veinticuatro. Por último, Gonzalo Bergessio, a quien Aguirre le ha dado muy pocas chances de jugar, volvería a quedarse con el pase en su poder. Otros casos a resolver son los de Mathías Corujo, Tino Costa (ambos con vinculación hasta junio de 2019) y Fabricio Coloccini (hasta mitad del año que viene). Los tres con contratos muy elevados en comparación al poco rodaje que les dio el técnico. Y quienes tampoco estarían en la consideración del uruguayo para lo que viene.
En cuanto a refuerzos, los puestos a potenciar serían los de lateral derecho (Julio Buffarini, Leonel Di Plácido o Gonzalo Bettini), volante por izquierda (Gabriel Gudiño) y segundo delantero (Martín Cauteruccio o Ignacio Scocco). En Boedo ya retuvieron al DT, pero aún les queda resolver otros temas importantes que deben resolver para antes de jugar, en la primera semana de julio, los octavos de final de la Copa Libertadores.
