lunes, agosto 15, 2016

Una derrota que no duele pero que preocupa

Está claro que en los amistosos como el que San Lorenzo perdió ayer el resultado no tiene gran valor, salvo que seas de un equipo grande que hacía cuatro años que no le ganaba a otro de las mismas condiciones y que encima lo tiene alquilado históricamente. Aclarado ese punto, sí hay que tener en cuenta el desempeño del equipo que, en términos generales, fue muy flojo. Y ahí es donde Diego Aguirre deberá hacer hincapié de aquí al inicio del torneo o al partido ante Banfield por la Copa Sudamericana.

En ese aspecto, una de las cosas que más llama la atención es que tras un mes y medio de pretemporada los jugadores no posean un estado físico acorde para encarar el inicio del campeonato y que desde lo futbolístico aún no hayan asimilado los conceptos del nuevo DT. Estas cuestiones quedan demostradas tanto cuando a San Lorenzo lo presionan como cuando debe asumir el rol protagónico del partido, en especial, ante adversarios rápidos.

La esperanza que queda es que, tal vez, esta actuación (que conceptualmente no distó mucho de las realizadas ante Unión de Sunchales y Douglas Haig, por la Copa Argentina) sirva para que tanto el cuerpo técnico como los dirigentes se den cuenta que faltan refuerzos de mitad de cancha en adelante para darle al equipo las variantes y el cambio de ritmo que por ahora no tiene. Menos aún con el Pocho Cerutti afuera de la cancha. Y encima habrá que seguir de cerca las lesiones de Néstor Ortigoza y Fernando Belluschi.

En cuanto a los desempeños individuales quedó en claro que Mathías Corujo está para jugar sobre la banda derecha y no en el medio; que Emmanuel Mas debe poner otra vez la cabeza en San Lorenzo; que Juan Mercier está muy lejos del rendimiento que lo hizo sobresalir durante la Copa Libertadores; que Sebastián Blanco no termina de despegar; que Fernando Belluschi tiene que recuperar el nivel del torneo pasado y que Nicolás Blandi (más allá de martín Cauteruccio) necesita otro delantero para pelear por el puesto.

Por otro lado, Bautista Merlini exhibió condiciones para tenerlo en cuanta si no llegan refuerzos; Fabricio Coloccini y Matías Caruzzo, están a la altura de lo que se puede esperar de ellos; Néstor Ortigoza, con algunos altibajos, sigue siendo el jugador más importante del equipo y Tino Costa puede aportar soluciones con su pegada. Así las cosas, jugadores y cuerpo técnico tienen mucho para mejorar (los refuerzos hay que dejárselos a los dirtectivos) si es que pretenden que San Lorenzo sea protagonista en el torneo local, la Copa Argentina (empiezan a tocar rivales de Primera) y la Sudamericana.