San Lorenzo, que debutó con una derrota ante Liga de Quito sobre 2.850 metros de altura, se prepara para recibir mañana a Toluca, que en su debut venció 2 a 0 a Gremio, con la prioridad de sumar los tres puntos de local, condición ineludible para seguir con chances intactas de clasificar a los octavos de final, en uno de los partido por la segunda fecha del Grupo 6 de la Copa Libertadores.
Para ese encuentro, Pablo Guede aún no confirmó el equipo titular pero como indicio en la práctica de fútbol de ayer cambió el esquema 4-1-3-2 por un 3-4-3 con los siguientes nombres: Sebastián Torrico; Julio Buffarini, Matías Caruzzo y Paulo Díaz; Fernando Belluschi, Néstor Ortigoza, Franco Mussis y Leandro Romagnoli; Ezequiel Cerutti, Mauro Matos y Martín Cauteruccio.
Además de esos once futbolistas, la nómina de concentrados la completan: Nicolás Navarro, Gonzalo Prósperi, Emmanuel Mas, Enzo Kalinski, Pablo Barrientos, Sebastián Blanco, Héctor Villalba y los pibes Rodrigo Tapia y Rodrigo De Ciancio. Pichi Mercier volvió a quedarse afuera de los convocados.
Por estar desgarrado, Nicolás Blandi no podrá ser tenido en cuenta por el DT durante las próximas tres semanas. Mientras que Marcos Angeleri continúa reponiéndose del cuadro febril y de la gastroenteritis que trajo de la visita a Ecuador.
Más allá de la derrota inicial, San Lorenzo permite avizorar con optimismo el futuro por el nivel de juego mostrado en la primeras fechas del certamen doméstico pues, al menos después de transcurridas cinco fechas, es el que mejor nivel presentó de los tradicionales cinco grandes.
La idea impuesta por Guede, acompañada por un plantel rico en variantes, hace que San Lorenzo imponga al desarrollo un esquema con balón bien jugado, con elaboración en la zona media y un ataque con variantes. Atributos que deberá refrendar mañana si quiere reconquistar la Copa Libertadores de América.