Gonzalo Verón vuelve a jugar en el torneo integrador, certamen en el que disputó su último partido antes de romperse los ligamentos: la Final de la pasada edición ante Arsenal. Con ilusiones renovadas, espera responderle a Edgardo Bauza.
El 16 de octubre de 2013, hace exactamente nueve meses, San Lorenzo se enfocaba hacia el sueño de volver a ser campeón y la Copa Argentina era el torneo en el que hinchas, jugadores, dirigentes y cuerpo técnico habían depositado sus esperanzas. Finalmente, el 0-3 sufrido ante Arsenal en el Bicentenario de Catamarca representó para ellos un golpazo difícil de asimilar. 20 mil hinchas habían vestido el estadio de color azulgrana y el duro equipo de Gustavo Alfaro devolvía al conjunto de Boedo a tiempos oscuros que habían transcurrido pocos meses antes de este acontecimiento.
La tristeza post derrota fue aún mayor cuando se confirmó que Gonzalo Verón, prometedor delantero que había llegado desde Sportivo Italiano, se había roto los ligamentos cruzados de la pierna derecha ante el conjunto de Sarandí. En un conjunto que también aspiraba a obtener el Torneo Inicial 2013 que finalmente se llevó, la desgracia de una de las mayores promesas del club agigantó los fantasmas.
San Lorenzo fue campeón y encaró el primer semestre de 2014 con la ilusión de la Copa Libertadores, torneo al que accedió a sus Semifinales. Se alejó Juan Antonio Pizzi, llegó Edgardo Bauza y con esto, se renovaron las ilusiones de un Verón que se recuperó de forma lenta pero segura. Este jueves, volvería a jugar oficialmente en el comienzo de un nuevo sueño de San Lorenzo en la Copa Argentina. El rival será Almirante Brown, por los 16avos. de Final, en San Luis. “Estoy contento. Fue un proceso duro y largo, pero volver a jugar en este club hermoso no tiene precio. Viví momentos duros pero miro hacia delante. No es una revancha porque sé que uno está expuesto a estas cosas”.
El ex hombre de Sportivo Italiano le contó al Sitio Oficial que su estilo no mutará pese a la gravedad de la lesión que lo aquejó. Por consejo de los médicos, expresó que no debe guardarse nada. Para que la rodilla responda de manera inmediata y para que él vuelva a su mejor nivel rápidamente. En un plantel con variantes de sobra, Verón tiene una consideración alta del entrenador, quien espera que el delantero cumpla la función que realizaba Ángel Correa: “No hablé con el técnico sobre esto pero mi idea es aportar lo de siempre. Me siento bien, aunque sé que me falta fútbol”.
El destino quiso que Verón vuelva a jugar en el torneo en que se lesionó, pero para él esto no es un impedimento para dar lo mejor de sí. Le encantaría borrar de sus recuerdos aquella noche en el Valle, pero sabe que esto es imposible. Soñaba con ser campeón pero una situación inoportuna lo aquejó y lo dejó afuera: “Trato de no pensar en eso. Sé que fue duro porque lo viví con mucha intensidad. Estoy con ganas de volver a mi nivel. Tendremos enfrente un rival duro pero estamos mentalizados para ganar. Queremos volver a llegar lejos en esta Copa”.
