Era una incógnita cómo iba a responder el Ciclón con tantos cambios y lo cierto fue que le costó demasiado. Más que nada en la zona media donde la generación de juego recayó sobre Cavallaro y el pibe estuvo muy impreciso. No por nada el que avisó primero fue la visita con un centro desde la derecha de Muñoz al que Alexis Castro Cabeceó apenas desviado.
Por ese entonces la defensa azulgrana no estaba bien parada y sufría con los pelotazos cruzados. El encuentro fue de ida y vuelta en todo momento, tuvo vértigo y situaciones. A los 37’ se dio la más clara del Ciclón cuando un error de Guzmán en la salida encontró la cabeza de Blandi. De milagro el delantero no logró darle precisión y dejar al arquero en ridículo. La etapa se cerró con un remate de Cavallaro, lo poco que hizo, que se fue desviado. El empate cerraba porque el local había cedido la pelota y la visita no había conseguido ser punzante.
Para el complemento las variantes de Bauza llegaron rápidamente. Adentro Piatti y Correa para cambiarle la cara a un Cuervo que comenzó a sobrevolar por el área de Guzmán acechante. No sin antes sufrir un cabezazo de Cáceres que Alvarez debió mandar al corner con un manotazo preciso.
A los 16’ Mauro Matos lo perdió de manera increíble en dos oportunidades. Primero pudo haber definido pero prefirió asistir a un compañero hacia su izquierda. La pelota dio en Ortiz que cerraba y le volvió al goleador. Pero el ex All Boys no supo resolver. A los 26’ una vez más Matos lo tuvo. Se sacó de encima la marca y castigó duro por lo que Guzmán en dos tiempos ahogó el peligro.
Newell’s decayó en la segunda etapa, ya no tuvo tanta claridad Figueroa, Banega aflojó y solo inquietó con pelotazos que descolgó bien Cristian Alvarez. El empate final dejó la sensación que conformó más a la visita y que si Bauza hubiera arriesgado desde el arranque la historia podría haber cambiado. Lo cierto es que el punto los castiga a ambos en sus aspiraciones pero el Ciclón tiene su mente puesta en la Copa Libertadores y a eso apunta.
