En el fútbol todo es tan efímero que muchas cosas no se alcanzan a disfrutar como merecen. San Lorenzo salió campeón el domingo y hoy jueves, es decir cuatro días después, la dirigencia tiene que salir a buscar inesperadamente un nuevo DT por la decisión asumida por Juan Antonio Pizzi de marcharse al Valencia a cambio de un contrato en euros.
"Con el paso de los días Juan se fue tentando", dijo su agente hoy al medio día. Lo cierto es que los contactos entre Pizzi y el club che (a cargo de Roberto Ayala, su representante en Sudamérica) comenzaron días antes de que San Lorenzo jugara la fecha final contra Vélez y que se consagrara campeón.
Mas allá de consideraciones económicas queda en claro que Pizzi se va del CASLA en deuda con Lammens y Tineli, quienes decidieron sostenerlo en el puesto cuando él mismo presentó la renuncia a su cargo tras el fracaso de la Copa Argentina. Y hoy, por haber sido coherentes en aquella ocasión, se ven en la obligación de ir a contratar a otro director técnico.
Una vez que esta tarde se firme la rescisión contractual (el Valencia se hará cargo del resarcimiento a San Lorenzo por el año y medio de contrato que le quedaba a Pizzi) comenzarán las charlas oficiales con quien sea su reemplazante.
En punta pica el Patón Bauza con amplia experiencia en Ecuador y dirigiendo la Coa Libertadores, la que ganó siendo entrenador de la Liga Deportiva de Quito. Después, son del gusto de los dirigentes Julio César Falcioni y el uruguayo Jorge Fossati.
Así como Pizzi fue elegido casi sorpresivamente para remplazar a Caruso Lombardi, de la misma manera se va de San Lorenzo y sin poder disfrutar del título ganado, causando una profunda decepción entre los dirigentes que creyeron en él para demostrar que en el fútbol argentino también se pueden armar proyectos serios. Pero claro cuando una parte falla, queda todo en la nada.
