A lo largo de su historia San Lorenzo se caracterizó por hacerse fuerte jugando de local. En tiempos del Viejo Gasómetro la superioridad sobre los rivales que lo visitaban era abrumadora, aunque durante el período de transición en la que el club de Boedo se quedó sin estadio, disminuyó. Sin embargo, la inauguración del Nuevo Gasómetro volvió a revivir aquella supremacía pero, últimamente, la misma volvió a decrecer al punto de llegar a la conclusión que de visitante el Ciclón está sumando más puntos que en su propio estadio, lo que va en contra del dictado histórico.
Esta cuestión no se le escapa a Juan Antonio Pizzi quien viendo que a su equipo se le vienen dos encuentros consecutivos a jugarse en el Nuevo Gasómetro, contra Gimnasia y Tigre, para consolidarse en la pelea por el campeonato dijo que “para luchar por el título, es indispensable ganar de locales”. Materia esa que si bien San Lorenzo la viene teniendo previa desde las últimas temporadas, le toca a él por cuestiones de presente aprobarla y volver a hacer de la localía el principal sustento de la campaña de su equipo.
Traduciendo esas palabras en números durante la era profesional San Lorenzo lleva jugados 1.518 partidos por torneos de AFA de local con 811 (53,42%) triunfos, 407 (26,81%) empates y 300 (19,76%) derrotas.
Teniendo en cuenta los partidos jugados en el Gasómetro de avenida La Plata y en las canchas por las que debió deambular durante 14 años, el Ciclón jugó 1.144 encuentros de los cuales ganó 619 (54,10%), igualó 315 (27,53%) y perdió 210 (18,35).
En tanto que en el Nuevo Gasómetro disputó 374 partidos, con 192 (51,33%) victorias, 92 empates (24,59%) y 90 (24,06%) caídas, subiendo el porcentaje de partidos perdidos debido a la irregularidad presente. La que San Lorenzo deberá superar si quiere sacar chapa de candidato para este torneo. El desafío interno del equipo azulgrana es ese, volver a hacer de su estadio un reducto difícil para sus rivales. “Los planteos cerrados nos complican, pero nosotros tenemos que saber resolverlos”, señaló varias veces Juan Pizzi en relación a la postura asumida por los equipos que visitan el estadio del Bajo Flores.
Pero no solamente las propuestas mezquinas de sus adversarios son las que a veces dificultan el andar del equipo azulgrana, ya que en muchas otras la impaciencia y el murmullo de sus hinchas repercuten en contra de los jugadores que deben resolver las jugadas con apuro y sin tomarse el tiempo suficiente para pensar y resolver con criterio.
De todas formas, es verdad que el Ciclón se debe un par de buenas victorias jugando en su casa frente a su público para que los sanlorencistas que no están convencidos aún del trabajo de Pizzi dejen de lado los cuestionamientos hacia el entrenador y algunas de sus decisiones.
