domingo, julio 21, 2013

La violencia le ganó otra vez al fútbol

La violencia le volvió a ganar al fútbol y a la sociedad organizada. Dos facciones de la barra brava boquense se agarraron a tiros (dicen que fueron más de 150 detonaciones) en las inmediaciones del Nuevo Gasómetro y a consecuencia de ese tiroteo quedó como saldo un hombre de 35 años muerto, que se bajaba de un colectivo y que nada tendría que ver con la interna de la barra de Boca, y otros seis heridos más estos si integrantes de las facciones, uno de ellos de gravedad.
En algunos matutinos de hoy, se da cuenta de que esto podía suceder. Pero los responsables máximos de los organismos de seguridad o no leyeron los diarios o no hicieron la inteligencia correspondiente para evitar este enfrentamiento sangriento producido cuatro horas antes de la hora del inicio del partido que debían disputar San Lorenzo y Boca para definir el Triangular de Invierno.
"No podíamos exponer a la gente, jugar este partido hubiera sido una locura", señaló el presidente Matías Lammens, quien al llegar al estadio no dudó en pedir la suspensión del partido. De esta manera, el clásico quedó suspendido a causa de la violencia en la interna xeneize que sigue escribiendo páginas policiales sin que la justicia se decida a desactivarla.