Ricardo Caruso Lombardi, es un tipo que nunca va a pasar inadvertido. Se lo conoce tanto por sus declaraciones picantes como por sus condiciones de técnico motivador. En su paso por el Ciclón cosechó amigos y enemigos adentro del plantel, en las oficinas dirigenciales y en las tribunas. En cada uno de esos estamentos están los que le agradecen haberse comprometido con sacar a San Lorenzo de la mala situación en la que estaba y dejarlo en Primera, como los que lo critican por sus manejos fuera de lugar.
Sea como fuese, Caruso Lombardi regresará el lunes al Nuevo Gasómetro pero para sentarse en el banco visitante. Algunos lo aplaudirán y otros lo silbarán, y aunque haya quienes decidan no expresar sus sentimientos, seguramente, nadie lo ignorará.Caruso Lombardi y su cábala, el Colo Robredo. |
Y si con eso no alcanza, como viejo conocedor del fútbol que es, a Caruso Lombardi no se le puede escapar que entre los dos equipos existe una historia que se remonta a 1981, cuando los de La Paternal condenaron a San Lorenzo al descenso. Razón por la cuál no se le puede ni cruzar por la cabeza que en la situación extrema en la que se encuentra su equipo que del Nuevo Gasómetro vaya a irse con un "regalito".
Además, para agregar un poco más de leña al fuego el Tano aseguró que "la dirigencia actual de San Lorenzo" no lo quería, aunque con cierta diplomacia dijo estar "agradecido con la gente" del Ciclón, y que la recuerda "muy bien" porque sufrieron "mucho juntos".
Así es Ricardo Caruso Lombardi, quien se reinventa todos los días para hacerse notar. Y sí...se lo ama o se lo odia, con él no hay término medio.